Camaradas, la situación de las empresas del estado en Guayana, es cierto traspasa a las empresas mismas, llegando al primero de la Gobernación y su equipo, pero tenemos que reflexionar. Lo que pasa en Guayana pasa en todas los estados del país, lo gobiernen dirigentes de la oposición o los identificados con Chávez. Algo existe que en todos lados se hacen negocios y todos los actuales dirigentes, gobernadores, Alcaldes, Diputados, o dirigentes de los partidos están en la “pomada”. Ese algo es lo que los une. Los hace copartícipes del festín del presupuesto del estado o de la producción de las empresas del estado. Ese algo no es otra cosa que la existencia del capitalismo y las políticas que la impulsan que emanan desde el propio Miraflores con Chávez a la cabeza.
La mixtura entre capitalismo y socialismo, cuestión que malamente algunas etiquetan como “etapa de transición” al socialismo, no es más que reformismo burgués para defender al capitalismo frente al ascenso revolucionarios de las masas explotadas y oprimidas de nuestro país. No es casual que tanto la derecha que identificamos como golpista y la dirigencia del PSUV ambas practiquen los mismos métodos antiobreros defendiendo la explotación capitalista y se opongan en el discurso o en los hechos en el proceso de democratización o sería mejor llamar participación en la gestión de las empresas, o en las comunidades o en los centros de estudio, que impulsan sectores de las bases obreras y populares revolucionarias.
Lo de SIDOR, así como lo sucedido en ALCASA y sucede en VENALUM y centenares de empresas en toda Venezuela, no es otra cosa que el reflejo de la lucha por la apropiación de la plusvalía por sectores empresariales o burocráticos pro burgueses que defienden, fracasadamente, la posibilidad de realizar un Pleno Control Obrero, de combate serio contra la corrupción sin movilizar a la clase contra las políticas pro capitalistas, que hoy incluye la nueva Ley del Trabajo y de construir un verdadero socialismo, aceptando la existencia del gran capital controlando palancas fundamentales de la economía.
Tenemos que derrotar a esas mafias, pero ello no será posible de manera aislada unos trabajadores de otros. No será posible confiando en políticas que hacen mixtura entre capitalismo y socialismo donde el Capital controla la Banca, el comercio exterior y donde las masas estamos excluidos de las discusiones de los temas trascendentales y solo uno toma las decisiones. El desarrollo del control obrero en VENALUM es un camino hacia la particiapación. Hay que fortalecer los objetivos no solo a alcanzar dentro sino fuera de la Empresa, pues la solución firme está fuera de ella, y solo se logrará unificando a toda la clase, como hemos venido insistiendo.
SOLO LA CLASE SALVA A LA CLASE
(Ricardo Galíndez – Militante de la CSR – El Topo Obrero, [email protected])