El primero de ellos hace referencia al cumplimiento de los artículos estipulados en la II Convención Colectiva Única para el sector Universitario con el fin de garantizar un ambiente óptimo para profesores y alumnos en las aulas de clase.
Destacan el artículo 44 del documento presentado por el Ejecutivo nacional, que trata el número de estudiantes por curso: las materias teóricas aceptarán un máximo de 30 estudiantes por salón. Los profesores denuncian, sin embargo, que la UNEG insiste en inscribir hasta 50 alumnos en las clases, violando las directrices reflejadas en el contrato colectivo.
“Estas cargas son impuestas por la universidad a los docentes y no toman en cuenta que muchos de los profesores no trabajan solo 8 horas. Hace 20 días enviamos estos comunicados al vicerrector, Arturo Franceschi, y no ha habido respuesta alguna”, reiteró Brito, que explica los retos de los académicos para subsistir en el país y que se ven agravados por estas decisiones arbitrarias.
Dignidad laboral
El segundo comunicado de Apuneg está relacionado con el Día Internacional del Trabajo Decente y a propósito de este tema solicita al Gobierno venezolano la implementación del Programa del Trabajo Decente por País suscrito en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Dentro del informe, señalan que la precarización de la labor en el sector universitario se ve expresada en sueldos insuficientes, desconocimiento del marco legal que defiende los derechos de los profesores y las limitaciones al diálogo social.
Así mismo, recalcan los precios inalcanzables de la cesta básica en el país, la cual alcanzó el monto de 78,611 bolívares en septiembre, de acuerdo a los estudios realizados por el Centro de Documentación de Análisis Social (Cendas), uno de los factores que impulsó el paro nacional en las universidades públicas, acatado por la mayoría de los miembros de la Federación de Asociaciones de Profesores de Venezuela (Fapuv).
“Queremos tener un trabajo decente y un salario digno. Queremos trabajar 8 horas y tener nuestras horas de descanso con la familia. Los profesores tenemos que hacer otros trabajos para poder vivir bien, pero eso termina deteriorando la calidad de vida”, aseguró el presidente de Apuneg como un llamado al Ministerio de Educación Superior y al Defensor del Pueblo, Orlando Alcalá, a solventar los problemas de los docentes universitarios. (Daniela Tabata Bottini, Correo del Caroní)