El Estado venezolano trabaja como un todo para la transformación de los centros penitenciarios en espacios para la vida, destacó la directora Nacional de Servicios Penitenciarios del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia (MPPRIJ), Consuelo Serrada.
«El servicio penitenciario es una deuda social que tenemos. El hecho de que haya una reyerta en un centro de reclusión no hará que el Gobierno desmaye en la transformación del servicio penitenciario», puntualizó Serrada.
Aseveró que el Ejecutivo trabaja como un todo, con la suma de los ministerios del Poder Popular para Deportes, Comunas, Salud y Educación, además del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la Defensa Pública, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía, como parte del Consejo Superior Penitenciario, en pro de consolidar esfuerzos para el bienestar de la población privada de libertad.
Señaló que los aspectos mas duros de esta labor, es luchar contra la matriz mediática en contra y fortalecer los programas dentro del servicio penitenciario.
“Podemos hacer muchas actividades en pro de los privados de libertad, pero un muerto en una reyerta sepulta esos esfuerzos (…) Lo más difícil es poder lavarle el rostro al servicio penitenciario”, expresó.
El plan bandera de transformación del servicio penitenciario es la red de Orquestas Sinfónicas, que en tres años incluyó a 2 mil 45 individuos privados de libertad, quienes recibieron formación en “valores éticos, morales y sociales”.
Otro de los proyectos planteados es el de deporte, que se encuentra en fase de desarrollo y se espera que se convierta en un programa permanente “La idea es que una vez se forme la persona y egrese del servicio penitenciario, pueda ser absorbido por el Ministerio del Deporte, alguna federación o club, para que le dé continuidad a esa actividad”, apuntó.
En la actualidad unas 6 mil personas reciben educación formal dentro de los centros penitenciarios y, 909 en estudios universitarios. Próximamente prevén iniciar el programa de danza penitenciaria. (AVN; 29.06.10)
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(LaVerdad; 29.06.10)