Un análisis de la Ley de Presupuesto 2011 puede iluminar acerca de los énfasis en las políticas sociales a ser aplicadas por el Ejecutivo nacional durante el presente año, su jerarquización así como la importancia dada frente a otros componentes del Estado venezolano.

Al hacer una revisión de la planificación presupuestaria de este año lo primero que llama la atención es que la totalidad del monto, 204.208 millones de bolívares, haya sido estimada a 40 dólares por barril. Como el mismo ha oscilado alrededor de los 100, hay un excedente nada despreciable de 60 dólares a los cuales es bastante difícil, por decir lo menos, hacerle un seguimiento de a dónde van a parar. En segundo término la estimación de inflación prevista es de entre 23 y 25%. Si se tiene en cuenta que el presupuesto 2010 se calculó en base a una inflación de entre 20 y 22%, y la inflación real terminó rozando el 30% al final del período, podríamos estar en presencia de un cálculo de ingresos y egresos para el país con un considerable margen de error producto de datos no ajustados a la realidad. Por último, para tomar en cuenta, es que los ingresos petroleros estarían por el orden del 27,6% del total de dinero entrante a las arcas nacionales.

Las erogaciones presupuestarias se encuentran discriminadas para 37 instituciones del Ejecutivo nacional. De todas ellas la que más recibe dinero es el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, con un total de 37.191 millones de bolívares. De esta cifra el 4.6%, es decir, 1.737 millones de bolívares se destinarán a la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Si bien coincidimos en la necesidad de una urgente depuración de los cuerpos policiales, es inquietante el desbalance entre la cifra destinada a este cuerpo policial y otras instituciones, como la Defensoría del Pueblo (DP) y el Ministerio Público (MP), que deberían también ser pilares para un combate a la violencia desde una perspectiva integral. Solamente la PNB recibirá este año 15.3 veces más presupuesto que toda la DP y un presupuesto holgadamente superior que el MP. Otras instituciones también salen desfavorecidas en las comparaciones. La PNB recibirá 5.6 veces más presupuesto que el Ministerio de la Mujer y 11.8 veces más presupuesto que el Ministerio Indígena. El Ministerio de Vivienda, una situación caracterizada este año como “problema de Estado”, sólo recibirá 310 millones más que la PNB. Esperamos que estos desbalances no sean el correlato de una política, tan criticada en el pasado, que jerarquiza lo represivo sobre lo preventivo para el abordaje de la inseguridad ciudadana, y que como lo demuestran los operativos denominados “madrugonazos”, realizados por el Cicpc; terminan criminalizando a los sectores populares.

Provea, al igual que muchas otras organizaciones de derechos humanos del mundo, compara el dinero entregado a las Fuerzas Armadas con respecto al destinado a las políticas sociales. Con respecto al año 2010, el Ministerio de la Defensa desciende un lugar este año como la institución que más recibirá presupuesto, ubicándose en el octavo puesto con 10.228,5 millones de bolívares.

Las instituciones que recibirán más dinero que los militares son las mismas que las del año pasado, salvo una nueva, el Consejo Federal de Gobierno -que recordamos es inexistente en la Constitución de 1999- que figura por primera vez con 10.699,8 millones de bolívares. Las otras a las que se destinará más presupuesto que la institución castrense son Educación, Salud, Seguridad Social y Educación Superior. El resto de las instituciones que coordinan políticas sociales recibirán menos ingresos que la Fuerza Armada. Algunas distancias dan material para la reflexión.

El Ministerio de la Defensa recibirá 3.2 veces más dinero que el Ministerio de Alimentación; 4 veces más que el Ministerio de Tierras, 4.9 veces más que el sector Vivienda y 5.4 veces más que el Ministerio del Ambiente. Los abismos más escandalosos no paran aquí. Los militares venezolanos recibirán 10.7 veces más presupuesto que el Ministerio de Cultura; 33.2 veces más que el Ministerio de la Mujer y 70 veces más que el Ministerio de Pueblos Indígenas.

Comparaciones como las anteriores se realizaron en muchas partes del mundo el pasado 12 de abril, cuando activistas en muchos países lo calificaron como el Día Mundial de Acción contra el Gasto Militar, bajo la siguiente premisa: “Dada las numerosas crisis enfrentadas por el planeta -económica, medio ambiente, salud, diplomáticas- es imperativo que establezcamos un movimiento global para transferir este dinero a las reales necesidades humanas. Nosotros y nosotras sabemos que existen cientos de organizaciones y millones de individuos que apoyan este punto de vista, lo que es necesario es iniciar un esfuerzo movilizador serio para llevarlo a la luz”. Provea también considera que el desbalance presupuestario a favor de las Fuerzas Armadas resta posibilidades para la elevación del nivel de vida de los sectores más desfavorecidos por medio de la garantía de sus derechos sociales.

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