En días recientes, el jefe de redacción de la revista venezolana «A Plena Voz», escribió un artículo denominado «Yo sí soy homofóbico», el cual copio a continuación.  Habla por sí solo, no hace mucha falta calificarlo.  Sólo recordar aquella premisa tan valiosa de nuestro proceso revolucionario, el reconocimiento de la dignidad, respeto y garantía de derecho de todas las personas, más allá de su género, orientación sexual, clase, condición étnica, etc.  Y de igual manera, no olvidar, la importancia política de esta revista y lo que implica emitir opiniones de este nivel, ejerciendo un cargo público tan importante. Yo, aún no salgo de mi asombro!

Diversas organizaciones, colectivos y movimientos escribimos un comunicado público, dirigido al presidente de la Editorial El Perro y la Rana, con algunas reflexiones y algunas solicitudes, el cual adjunto en este mensaje.

Si estás interesada(o) en suscribir este comunicado, como individualidad o como parte de un colectivo u organización, mucho te agradezco mandarme tus datos para incluirlo en las firmas.

Saludos!

Gioconda:  [email protected]

Caracas, 07 de Abril del 2011
Lic. William Osuna
Presidente de la editorial el Perro y la Rana
Presente.-

ANTE LA POSTURA FASCISTA Y HOMOFÓBICA DEL JEFE DE REDACCIÓN DE LA REVISTA“ A PLENA VOZ”

Diferentes colectivos, organizaciones, movimientos sociales e individualidades revolucionarias en Venezuela expresamos nuestra alarma e indignación ante las irresponsables líneas escritas públicamente por el jefe de redacción de la revista “A
Plena Voz”, Héctor Seijas.

“A Plena Voz” es para nosotros y nosotras un material divulgativo de gran valor formativo, que consideramos una herramienta fundamental para el fortalecimiento del Poder Popular. La labor educativa que nuestro gobierno bolivariano ha venido impulsando para consignar la inclusión y el respeto como valores y principios centrales en el discurso y la práctica de todas sus instituciones no puede ser un esfuerzo estéril que deje pasar el odio y el fascismo debajo de la mesa. El racismo, el clasismo, la xenofobia, la homofobia o cualquier otra expresión discriminatoria no puden estar presentes en ningún espacio de nuestra revolución, inclueyndo la Revista “A plena Voz”. A continuación presentamos algunos de los comentarios escritos por el señor Seijas en un articulo titulado “Yo sí soy homofóbico”: … existe una crápula colectiva formada por transformistas, lesbianas y afines, verdaderamente despreciables. A estos uno puede verlos en la avenida Libertador, cometiendo toda clase de fechorías.

Son, la mayoría, gente malvada con extremas patologías. Y lo peor de todo es que, agremiados en la igualdad de géneros, actúan como auténticas mafias y ejecutan desmanes, amparados en la fórmula de la cayapa…Es el bagazo, el esperpento: deshecho entre desechos, heredados de una cuarta república que siempre tuvo los cables cambiados. La psiquis revuelta y la mierda como símbolo. Intersexuales como Juan Barreto, sumamente maléficos, dañinos y dispensadores de la cosa pública. O la cantidad de miquitos superficiales y
vanos que despliegan la mariconería a través de la tele induciendo a comportamientos estúpidos, consumistas, banales.
¡Zape gato. En esa revolución yo no me anoto!

Para tratar de regirnos por los criterios que el señor Seijas ignora o no parece conocer, El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define una “fobia” como una “aversión obsesiva a alguien o a algo” o un “Temor irracional compulsivo”. ¿En manos de quién está una responsabilidad como la jefatura de redacción de la revista “A Plena Voz”? ¿Por qué el señor Seijas siente un temor irracional hacia miles
de lectores de la revista “A plena Voz” para los que se supone que trabaja?

El señor Seijas, al mejor estilo de la derecha venezolana, haciendo uso irresponsable de “su libertad de expresión”, desacredita y ofende de manera violenta a millones de personas homosexuales, lesbianas y trans que vivimos en este país, muchos (as) de los (as) cuales militan en este proceso revolucionario y hacen uso constante de materiales como la revista en la que él cumple el rol de jefe de redacción. Utilizando un lenguaje absolutamente ofensivo, cargado de insultos sin argumentación, que parecieran emanar de la volatilidad irracional de la ira, más que
del análisis y reflexión intelectual que debería caracterizar a un director de una revista pública de este nivel.

En un intento por acercarnos al señor Seijas para exigirle respuestas sobre una situación insalvable, un grupo de compañeros lo interpeló en la presentación de su libro en la reciente edición del la FILVEN, donde sin ningún tipo de duda defendió lo escrito por él en su artículo. Otro grupo de compañeros que laboran actualmente en la editorial el “Perro y la Rana” grabaron esta situación, provocando una serie de amenazas y hostigamiento laboral hacia ellos, para evitar que el contenido del material sea difundido.

En primer término solicitamos una reunión con su persona lo antes posible para exponer de una manera más elaborada lo escrito en esta carta.
En segundo lugar, exigimos una disculpa pública inmediata ante estos deplorables comentarios, que no solo restan al proceso de inclusión y respeto en el marco de la transformación que vive el país, sino que atentan contra la integridad física, psíquica y emocional de millones de personas que pueden verse violentadas por las acciones de odio que estas líneas promueven directamente.

Creemos indispensable compensar esta descarga pública de odio hacia la sexo-género diversidad con ideas, reflexiones, propuestas y experiencias de las organizaciones, colectivos e individualidades que venimos trabajando y luchando en torno a esto. Por ello exigimos se programe, planifique y edite un numero especial de la revista “A Plena Voz” dedicado exclusivamente a materiales formativos sobre la diversidad sexual y de género.

De igual forma exigimos la destitución inmediata del ciudadano Héctor Seijas, por la falta de criterio político y humano necesario para dirigir un medio impreso de tan enorme importancia para la revolución como lo es la revista “A Plena Voz” y por el peligro al que somete a millones de personas con sus humillantes e irresponsables comentarios desde un espacio de poder como lo es su cargo.

¡NO MÁS CRIMENES DE ODIO POR ORIENTACIÓN SEXUAL E IDENTIDAD Y/O EXPRESIÓN DE GÉNERO!
¡FUERA EL FASCISMO DE LA REVOLUCIÓN! ¡FUERA LA HOMOFOBIA DE LA REVOLUCIÓN!

Los y las abajo firmantes suscribimos este pronunciamiento:

Organizaciones y movimientos:

Alianza sexo-género Diversa Revolucionaria (ASGDRe)
A.C. Divas de Venezuela
Frente Bicentenario de Mujeres 200
F’s y M’s por ahora
Araña Feminista: Red de colectivos feministas y de mujeres de Venezuela
Eje de género del Foro Social Temático
Cumbe de Mujeres Afrodescendientes
Ejército Comunicacional de Liberación
Mesa de Feminismo y sexo-género diversidad del Consejo de Movimientos
Sociales del ALBA-capítulo caracas
Equipo del Programa el Entrompe de Falopio
Equipo del Programa de radio “la verdad de la Manzana”

Individualidades:
Alba Carosio
C.I. 11858059, Feminista, Directora del CEM-UCV
Flor de María Chacón Zeledón
pasaporte 109330081 Estudiante de la Maestría en Estudios de la Mujer UCV
Simón Hurtado
CI 18039970 estudiante de Sociología de la UCV
Leipzig Real
CI 16346861 estudiante de Antropología de la UCV
Alexandra Martínez
CI 1560852 estudiante de sociología de la UCV
Guillermo Edgar
CI 84412804
Lidice Ortega
Luis Duno-Gottberg
Gioconda Mota Gutiérrez
C.I. 11.917.394 Productora General del Programa de TV «El Entrompe de
Falopio», de Ávila TV
María Centeno
CI 3740492
Jessie Blanco
Indhira Libertad Rodríguez Mendoza
CI 12470016, socióloga feminista
Argelia Bravo
CI 6524549
Guillemina Soria
pasaporte 27656881 Comunicadora Social Feminista
Gloria Mateus de Monasterios
C.I. 6210866, Docente universitaria
Gloria A. Monasterios
C.I. 12422368, docente universitaria
Dayaleth Alfonzo
C.I. 10353123. Colectivo Agroecológico Tierra y Libertad.
Daniella Inojosa
C.I. 10.332.106
Blanca Escalona Rojas
CI 12.261.950
Alessandra moonens
C.I. 84440764
Javier Véliz
CI 11.990.730 Contranatura UCV
Marianela Tovar
Contranatura
Livia Vargas González
C.I. 12.688.625 Profa. UBV
María Emilia Durán García
C.I: V-16887405, estudiante de Sociología UCV

Yo si soy homofóbico

Héctor Seijas

No lo puedo evitar. Esto no significa que no tenga amigos y amigas homosexuales, pero buenas personas. Dignas, buenos amigos y amigas. En cambio, existe una crápula colectiva formada por transformistas, lesbianas y afines, verdaderamente despreciables. A estos uno puede verlos en la avenida Libertador, cometiendo toda clase de fechorías. En Sabana Grande, en cualquier sitio de la ciudad donde la maldad tenga sitio: oficinas, barrios, playas y autopistas.

Son, la mayoría, gente malvada con extremas patologías. Y lo peor de todo es que, agremiados en la igualdad de géneros, actúan como auténticas mafias y ejecutan desmanes, amparados en la fórmula de la cayapa. Pues, por regla general, la mayoría son sumamente cobardes y traicioneros y traicioneras. Es el bagazo, el esperpento: deshecho entre desechos, heredados de una cuarta república que siempre tuvo los cables cambiados. La psiquis revuelta y la mierda como símbolo.

Rómulo Betancourt, Gonzalo Barrios, Henry Ramos Allup, todos perversos y pervertidos. Sin descontar la Iglesia donde la mierda es objeto de adoración perpetua y donde los niños son los primeros sacrificados.

Yo me pregunto cómo es posible que por el solo hecho de ser homosexual sea uno revolucionario, al punto que, dentro de la fraseología revolucionaria, figura la categoría de lesbianas militantes. ¿Qué mérito hay en copular por la vía angosta o en hacer tijeretas para terminar introduciéndose un pene de goma?

En el fondo se trata, repito, de complejas e irresolubles patologías. Marañas psicológicas, dignas de ser tomadas en cuenta por la psiquiatría política. Intersexuales como Juan Barreto, sumamente maléficos, dañinos y dispensadores de la cosa pública. O la cantidad de miquitos superficiales y vanos que despliegan la mariconería a través de la tele induciendo a comportamientos estúpidos, consumistas, banales.

Vean si no a los carajitos JABU y a las mamitas blancas pelando el culo a cada rato.  Todas y todos patulecas y patulecos.

Y es que uno de los peores enemigos de la revolución es la fraseología revolucionaria. Yo soy revolucionario porque soy marico -palabra que ahora es de uso reiterativo en los diálogos de gran cantidad de jóvenas y jóvenes de todos los sexos. Hombres y mujeres de todos los sexos. Cómo si eso fuera un problema de urgente resolución.

Déjense de vainas, está bien que todo ciudadano, del sexo que sea, como lo dice la Constitución, sea respetado. Pero otra cosa es que alguien sea un revolucionario y se haga llamar como tal por el solo hecho de ser gay o transformista.

¡Zape gato. En esa revolución yo no me anoto!

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