Por Humberto Prado

Como podrán darse cuenta, estimados lectores, sigue la carnicería humana, sin que el Estado pueda asegurar la vida de los internos, que están bajo su resguardo, porque una persona que está involucrada en un delito

Increíble cómo en una semana mueren y mueren en los penales nuestros internos sin que haya voluntad política para acabar con la barbarie penitenciaria, y la violencia penitenciaria, siempre la traslada a otros pero no asume la responsabilidad.

Cárcel de Uribana: en la tarde de la pasada semana llegó a la emergencia del Hospital Ruddy Alfonso Martínez (21), a quien le dispararon en el área de mínima seguridad y presentó una herida por arma de fuego en el abdomen con orificio de salida.

Tres horas más tarde se escuchó una nueva detonación y en esta oportunidad el lesionado fue Juan Carlos Vergara Martins (22). Fue ingresado sin signos vitales al Hospital Central, mientras su madre gritaba pidiendo que le “devolvieran a su hijo que iba a salir pronto”.

En lo que va de año se registran 11 asesinatos en el penal, cuatro de ellos durante el mes de marzo.

Es de hacer notar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió Medidas Provisionales de Protección a favor de la población reclusa de este penal, en las que le requiere al Estado venezolano que adopte, de forma inmediata y definitiva, las medidas provisionales que sean necesarias y efectivas para evitar la pérdida de vidas y los daños a la integridad física, psíquica y moral de todas las personas que se encuentran privadas de libertad en la Cárcel de Uribana, de las personas que puedan ingresar en el futuro en calidad de internos al centro penitenciario, así como de quienes allí laboran y de quienes ingresen en calidad de visitantes.

En el Internado Judicial de Carúpano fue asesinado José Fernández Amundaraín (19); el pasado 24 de marzo, de un chuzazo y hace un par de días apareció ahorcado el ciudadano Robinson José López (22).

En el Retén de la Planta fue asesinado Mario Esteban Belmonte, quien presentó heridas por arma de fuego en el cuerpo.

En el Internado Judicial Capital Rodeo II, fue asesinado el recluso Luis Enrique Cedeño, presentando diferentes heridas por arma de fuego en diferentes partes del cuerpo.

En el Centro Penitenciario de Occidente, conocido como el Penal de Santa Ana, murió el recluso Juan Vergara, quien recibió heridas por arma de fuego en el cuerpo.

Como podrán darse cuenta, estimados lectores, sigue la carnicería humana, sin que el Estado pueda asegurar la vida de los internos, que están bajo su resguardo, porque una persona que está involucrada en un delito, debe quedar bajo la responsabilidad del Estado, no solamente del Ministerio de Interior y Justicia, sino que la Defensoría debe asegurarle sus derechos humanos. (Tal Cual, 06.04.11)

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