Los habitantes de la comunidad aborigen Warao de Cambalache recibieron, este miércoles 13, la visita de las autoridades del Ministerio del Poder Popular para los Indígenas, la Alcaldía de Caroní, la Gobernación, el Instituto de Salud Pública, el Distrito Sanitario, el Instituto Autónomo Indígena del estado Bolívar y demás organizaciones, informó el Correo del Caroní.

Durante la visita se activó de parte de los Servicios Patrióticos de la Alcaldía un operativo de saneamiento de las áreas, en las que se emplearon máquinas para cortar el monte y equipos pesados para remover los desechos.

Aunado a esto también fue repartida comida por la Alcaldía. Aparte de estos alimentos un grupo de jóvenes independientes también entregaron unos 700 kilos de comida a las 86 familias de la comunidad, agua potable y algunas ropas, recolectadas luego de enterarse a través de este medio de lo que estaba ocurriendo en la zona y la gran necesidad que padece esta población.

Entre los funcionarios presentes estuvieron la ministra de los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, quien lamentó la muerte de los seis niños ocurrida en estos últimos días e indicó que las causas de estos decesos están asociadas a cuadros clínicos y no a las denuncias formuladas a través de los medios de comunicación.

¿Factores desestabilizadores?

Criticó que el hecho haya sido aprovechado por un sector político para intentar contrarrestar todos los esfuerzos y trabajos que desde el ministerio y las demás organizaciones del Gobierno revolucionario llevan a cabo desde hace años.

Asimismo dijo que continuarán en la zona todos esos planes, como la construcción de viviendas.

Sobre esto agregó que de las 45 casas proyectadas sólo habían sido construidas 15, porque los bloques están hechos de adobe y requieren de un proceso especial, pero pronto reiniciarán los trabajos coordinados conjuntamente con los demás organismos del Estado para “sumarle al pote y magnificar los esfuerzos en función a esta situación de la comunidad”.

Maldonado también realizó junto con las autoridades la inspección de un terreno donde se tiene previsto el desarrollo de proyectos socioproductivos que sirvan de sustento para la comunidad. De igual forma anunció que la Gobernación decidió hacer un cercado del vertedero local para impedir que las personas sigan entrando a subsistir de la basura.

Álvaro Fernández, presidente del Instituto Autónomo Indígena del estado Bolívar, apuntó que el problema de fondo de la situación de los indígenas waraos es la dependencia del vertedero, por lo que están trabajando en conjunto con los demás organismos para hallar una salida que le permita tener a la comunidad una manera digna con la cual llevar la comida a la casa.

Mucho por hacer
Por su parte el Distrito Sanitario Nº 2 a cargo del epidemiólogo Manuel Maurera, reiteró y desmintió las declaraciones de la comunidad en la que cuestionan el trabajo de esta institución, que “sí ha venido haciendo programas de vacunación en la zona y prestando la atención a los indígenas”.

El viceministro de Pueblos Indígenas, Carlos Somera, expresó en una reunión en la comunidad que “autocríticamente asumimos la responsabilidad, se han hecho cosas, pero aún falta mucho por hacer”, agregó que “en 12 años no podemos borrar 500 ó 200 años de resistencia”.

De parte de algunos voceros de la Alcaldía de Caroní hubo duras críticas en contra del padre Guillermo Van Zeland, quien fue acusado de “infiltrado de la oposición” y se le negó su derecho a defenderse. Algunos voceros de los organismos públicos criticaron el trabajo hecho por este rotativo sobre el caso de las seis muertes e indicaron que estos “estaban siendo usados como bandera política de la oposición”.

Sin embargo, la comunidad reiteró las denuncias hechas hasta ahora en este medio y pidió a las autoridades que realmente cumplan con lo que les estaban prometiendo para impedir que nuevas muertes se produzcan en la zona.

Sobre esto la ministra Nicia Maldonado dijo que “el problema de los indígenas es originado por la mala gestión de la CVG de la cuarta república cuando cerró el Caño Mánamo, las tierras se salinizaron y ya no fueron productivas”, generando la salida de cientos de personas a otros lugares en busca de una mejor vida.

La lucha sigue

El padre Guillermo Van Zeland cuestionó el trato dado a la situación de la muerte de los seis niños en apenas 10 días e indicó que había una “falta de sinceridad” de parte de las autoridades, que a su juicio no están atacando los problemas de fondo.

De igual manera la comunidad recibió a las autoridades y denunció que en muchas oportunidades han sido “burlados” por lo que quieren que realmente el Estado dé una atención que les permita a través del tiempo no depender del basurero municipal de Cambalache y a su vez tener mejores condiciones.

Sobre si hay o no un virus o enfermedad que está atacando a los aborígenes en esa comunidad, la ministra de Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, dijo que ya las muestras tomadas de los tres últimos niños fallecidos fueron enviadas a Caracas, pero aún no están los resultados. (Natalie García, Correo del Caroní, 14.04.11)

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