No hay servicio de pediatría ni obstetricia. Más de 500 pacientes acuden todos los días en busca de solución a su salud, pero fallas en la infraestructura, y ahora el paro laboral de médicos que exigen mejoras salariales, coloca “en tres y dos” a los enfermos

Debido al deterioro que sufre el hospital Periférico de Catia (Doctor Ricardo Baquero González) de seis quirófanos, sólo dos están actualmente operativos. Médicos residentes y especialistas, quienes declinaron ofrecer sus nombres, ya que son permanentemente amenazados por la directiva de este centro asistencial si denuncian los problemas, contaron que desde hace un año la institución se ha ido agravando en su infraestructura, frente a la mirada indolente de las autoridades de salud.

Indicaron que cada día alrededor de 500 pacientes, en su mayoría de la misma zona de Catia, acuden a este nosocomio en busca de ayuda quirúrgica y otros ingresan por razones de emergencia, traumatología o por heridas de armas de fuego o blancas.

Pero aunque el equipo médico está relativamente completo (de 18 cargos para médicos residentes, 17 están ocupados en cirugía) la mayoría de las áreas de consulta, quirófano y hospitalización no están óptimas para la atención del público, ya sea por falta de puertas o techos, material médico, equipos, aire acondicionado o por filtraciones, entre otros aspectos.

Ni para dar a luz ni
para atender niños

Las embarazadas nada tienen que buscar en este hospital, tipo 3, pues no hay cómo atenderlas y son remitidas a otros centros asistenciales. Tampoco los niños. Pediatría está cerrada (emergencia y consulta) por falta de galenos (18 cargos de residentes están vacíos en esta especialidad) y por deterioro de las áreas.

En hospitalización de adultos, de 22 camas, cuatro no están operativas, pues el cuarto donde se encuentran posee filtraciones en el baño. En el área de niños, no hay electricidad ni aire acondicionado. Otros servicios indispensables en un hospital como radiología, laboratorio y ambulancias, tienen limitaciones.

En radiología los aparatos están dañados, el laboratorio funciona a media máquina y una ambulancia tiene años estacionada en el recinto, en estado de deterioro. El área de cocina funciona, pero la lavandería sólo cuenta con una lavadora. Aunado a estas fallas en su sede física, el personal médico se encuentra en paro laboral, en exigencia de mejoras salariales, por lo que la atención sigue restringida a los enfermos.

Médicos sostienen que aunque han denunciado los problemas de infraestructura y falta de insumos, así como la necesidad de aumentar la seguridad interna, no han encontrado respuesta en el Ministerio de Salud, por lo que se vieron obligados a realizar paros escalonados para llamar la atención oficial y exigir además el aumento de sus salarios, ubicados muy por debajo del alto costo de la vida y la inflación que azota al país. (La Voz, 01.07.11)

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