El maltrato físico es toda forma de agresión producida por el uso de la fuerza física no accidental. Sus consecuencias pueden ser transitorias o permanentes, incluyendo la muerte (filicidio). Su gravedad y época de ocurrencia se gradúa de acuerdo con lo establecido por medicina legal como leve, moderado o grave y antigua, reciente o recurrente
Desde el primero de octubre de 2009 al 30 septiembre de 2010, se registraron 3.708 casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes (1). Aquí se incluyen agresiones sexuales y accidentes que ocurrieron en ámbitos sociales, institucionales, familiares y escolares, siendo los adolescentes masculinos los más afectados, de acuerdo con información proporcionada por la página web del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap). Las y los especialistas consideran que hay dos modelos de violencia infantil: maltrato por omisión y maltrato por acción. Al primero corresponde el descuido, desatención o no actuar para satisfacer las necesidades básicas del niño o de la niña, negligencia que no obedece a carencias extremas de recursos de la familia del niño, niña o adolescente. Mientras, el maltrato por acción puede ser físico, psicológico o sexual. El maltrato físico es toda forma de agresión producida por el uso de la fuerza física no accidental. Sus consecuencias pueden ser transitorias o permanentes, incluyendo la muerte (filicidio). Su gravedad y época de ocurrencia se gradúa de acuerdo con lo establecido por medicina legal como leve, moderado o grave y antigua, reciente o recurrente. El maltrato psicológico contempla insultos, amenazas que lastimen los sentimientos de la persona, mientras que la violencia o abuso sexual consiste en obligar o presionar a niños, niñas y o adolescentes a tener relaciones sexuales o caricias eróticas, por medio de amenazas, insultos o golpes.
¿Cómo prevenir la violencia?
Soraya Medina, representante del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), durante su intervención en el Seminario Internacional Perspectivas y Desafíos Para La Educación En Derechos Humanos En América Latina: Niños, Niñas y Adolescentes Hacia El Logro Del Buen Vivir, que se realizó del 23 al 25 de noviembre en San Pedro de Los Altos, en el estado Miranda, destacó que “el maltrato de los niños, niñas y adolescentes es una historia de la humanidad” y propuso como alternativa la aplicación del buen trato. “Cuando hablamos del buen trato recogemos todo lo que es la relación de afectividad en la relación con el niño, niña y adolescente y cómo eso se contrapone a una sociedad donde hemos utilizado la violencia como una forma de relación y para lograr un lugar en el mundo”. Medina añade que la iniciativa del buen trato proviene de proceso social, global y nacional, donde organizaciones de la sociedad civil latinoamericana comenzaron a movilizarse, hace 10 a 12 años, en torno a una campaña para la erradicación de todo castigo físico y humillante y Venezuela, junto con Uruguay y Costa Rica, es uno de los países en la región latinoamericana que cambia su legislación a favor del buen trato, por medio de una reforma a la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes que incorpora el derecho al buen trato en el artículo 32-A (2).
¿Cómo construir el buen trato?
Soraya Medina añade que todas y todos tenemos nuestra historia personal, social y cultural de castigos y maltratos, conformada por la forma como fuimos criadas y criados, y sólo comprendiendo y aceptando esta realidad podremos dar el paso hacia otra forma de relacionarnos con los niños, niñas y adolescentes. Así, a las madres, padres y educadores se les presentan los siguientes desafíos:
1. Hacer ejercicios de introspección que nos permitan identificar las heridas y consecuencias emocionales causadas por las tradicionales formas de crianza.
2. Reconocer la violencia utilizada cotidianamente en el lenguaje, en los gestos, en la forma de relacionarnos, para poderla evitar e incluir, en su lugar, la afectividad y el perdón como una manera de reconciliarnos con nuestros antepasados.
3. Crear puentes entre la escuela y la familia, con honestidad, apertura, participación y crear estas redes de afecto.
4. Revisar las nuevas formas de autoridad donde el mal uso de la fuerza y el poder no sea lo que prevalezca.
5. Desarrollar habilidades de manejo de conflictos.
6. Superar las formas de exclusión y discriminación respetando las diferencias dentro de un orden social diverso, no homogéneo.
7. Desarrollar capacidades para la escucha de los niños, niñas y adolescentes, fortaleciendo su dignificación como persona.
8. Prevenir la violencia y promoción del buen trato cada día, tanto en el aula de clases como en nuestros hogares.
9. Conversar y revisar con los niños, niñas y adolescentes las normas, reglas y límites que establezcamos en la relación con ellos y ellas, lo que implica acompañarlos y acompañarlas, apoyarlos y apoyarlas en el aprendizaje de la participación, haciéndoles ver la responsabilidad que implica. Y, finalmente, para poder aplicar una agenda del buen trato, se debe trabajar en la reducción de la brecha entre la sociedad y los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, de acuerdo con la representante de Cecodap.
Esto se logra a través de:
A. Desarrollo de programas de atención y formación para madres, padres y responsables de la crianza de niños, niñas y adolescentes.
B. Garantizar que el sistema de protección del niño, niña y adolescente cuente con personal capacitado, programas adecuados y recursos para poder hacer cumplir las disposiciones legales
C. Introducir estrategias para la prevención de violencia, crianza sin castigo físico y humillante y educación del afecto en los pensum de estudios para la formación de formadores, así como desarrollar investigaciones acerca de pautas de crianza.
Fuentes consultadas
HYPERLINK «http://www.cecodap.org.ve» http://www.cecodap.org.ve Ley Orgánica Para La Protección De Niños, Niñas Y Adolescentes (Lopna).
Ley Orgánica Para La Protección
De Niños, Niñas Y Adolescentes (Lopna)
Artículo 32-A: Derecho al buen trato
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen trato. Este derecho comprende una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua, el respeto recíproco y la solidaridad. El padre, la madre, representantes, responsables, tutores, tutoras, familiares, educadores y educadoras deberán emplear métodos no violentos en la crianza, formación, educación y corrección de los niños, niñas y adolescentes. En consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de castigo físico o humillante. El Estado, con la activa participación de la sociedad, debe garantizar políticas, programas y medidas de protección dirigidas a la abolición de toda forma de castigo físico o humillante de los niños, niñas y adolescentes.
Frases que pretenden “justificar” la violencia
* La letra con sangre entra.
* Yo aprendí así y aquí estoy.
* Yo no maltrato a mi hijo, lo que intento es corregir, educar, disciplinar.
*Te pego para hacerte un hombre de bien o una mujer de bien.
* Más vale una nalgada a tiempo que 100 dolores de cabeza.
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12.12.11 Diario La Voz Red de Apoyo por la Justicia y la Paz