Los trabajadores de CVG Venalum que alzan la bandera de la protesta no se amilanan ante los señalamientos que hizo el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Rafael Gil Barrios.
Los manifestantes respondieron desde el portón II de la estatal a los epítetos lanzados por el buró oficial y respaldados por el secretario general del sindicato de Trabajadores del Aluminio (Sutralum), Pedro Perales.
“Señor presidente (CVG), nosotros no somos guarimberos, nosotros somos trabajadores, nos dedicamos al trabajo, esa es nuestra experiencia. ¡Respétenos como trabajadores, respeto es lo que exigimos nosotros!”, dijo el técnico Roland Farfán, alzándose sobre la muchedumbre.
“Si toman una sanción administrativa en contra de algún trabajador, se las verán con todos los trabajadores (…) Si estos mafiosos del aluminio deciden tomar acciones administrativas, la población de Guayana, la población de las empresas básicas, se sumarán en contra de estas mafias para así acabar con la corrupción podrida que existe. Que no se equivoquen, que no estamos solos”, exclamó Rommy Bombart, uno de los voceros de la asamblea que ha decidido, entre otros asuntos, constituirse en consejo de trabajadores.
La reacción de los trabajadores definió el cuarto día de paro en CVG Venalum en exigencia de inversiones, discusión de contrato colectivo y en desacuerdo con la postura asumida por el sindicato, cuyos dirigentes prometieron durante la campaña aumento de 2 mil bolívares y un bono de 60 mil que hasta ahora no se ha materializado.
¡Contrato ya!
“No queremos un aumento salarial indigno recogido en cuatro paredes con un conjunto de negociadores que hacen este tipo de acciones que van en detrimento de los trabajadores”, dijo el supervisor de línea de reducción.
Alrededor del portón, el personal colocó pancartas. “Pedro Perales, los trabajadores se preguntan qué fórmula inventastes (sic) para imponernos 2.000 Bs. lineales” y otros letreros donde califican al presidente de la estatal como líder de la “mafia del aluminio”.
Y, por si no quedaba claro, el vocero reiteró: “Nuestra consigna sigue siendo la misma: queremos hablar con el dueño del circo, no con el payaso, porque Rada Gamluch se ha declarado incompetente. Lo ha escrito y lo ha dicho: no puede resolver los problemas de los trabajadores”.
Cero despachos
Los trabajadores decidieron además suspender el despacho de aluminio sólido a los clientes nacionales e internacionales, entre ellos Glencore, Noble, Rialca, Cabelum y Westalca, entre otras. Ya el despacho del metal líquido está restringido.
La acción de protesta significa un alto riesgo para los trabajadores que no gozan de fuero sindical.
Bombart, uno de los líderes, se reservó la respuesta que darán los trabajadores ante alguna acción judicial y aseguró que la asamblea posee pruebas suficientes para demostrar irregularidades administrativas.
“No sabemos a ciencia cierta, cuánto recibimos de ese aluminio sólido, y es por eso que necesitamos una administración nueva, seria y responsable que nazca de las bases de los trabajadores para administrar el aluminio que producimos en Guayana”, respondió Bombart cuando se le preguntó si era una solicitud de los trabajadores la destitución de Gamluch.
Hasta el turno de las 11:00 de la noche la protesta continuaba. En los portones de CVG Venalum todavía esperan al ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, para que atienda el conflicto.
¿Control obrero?
65 trabajadores están devengando un salario por turno sin trabajar sólo por ser participantes del control obrero impuesto en la estatal, denunciaron voceros de la protesta.
Los beneficios a tiempo completo dados por la administración a los grupos políticos es otra razón de la molestia de los trabajadores de CVG Venalum. “Eso es corrupción administrativa. No trabajan y ellos se hacen llamar control obrero. Estos señores no fueron elegidos por las bases de los trabajadores”, sentenció Rommy Bombart. (Clavel Rangel, Correo del Caroní, 13.03.12)