Las mujeres embarazadas contagiadas con VIH que acudían a dar a luz a la Maternidad Concepción Palacios, no recibían el trato adecuado de parte de médicos y el personal de enfermería, lo que constituía una discriminación que ha sido enfrentada por la ONG Mujeres en Positivo.

Esta organización no gubernamental fue fundada en 2005 por Diana Irazábal, quien desde hacía varios años realizaba activismo en la organización Daniela Chappard, la cual atiende a personas contagiadas con el VIH. Fue allí donde empezó a conocer casos de violaciones a los derechos humanos en la Maternidad Concepción Palacios, sobre todo de aquellas jóvenes infectadas de VIH positivo. Desde que se fundó, la ONG ha atendido a 2.350 mujeres y 1450 niños infectados con dicha enfermedad.

«En un plazo de tres años hemos logrado que se disminuya la discriminación al atender a las pacientes, tanto en ginecología como en salas de parto» dice Irazábal. El tema de la discriminación se ha tratado en mesas de trabajo con el Programa Nacional de Sida, la Sociedad Venezolana de Infectologia y con la Sociedad Venezolana de Obstetricia y Ginecología, donde han concluido que «a los estudiantes de medicina tienen que darles una cátedra especial de sensibilización sobre el tema de respeto de los derechos humanos de las pacientes».

Un grupo de mujeres encabezado por Irazábal, comenzaron ­hace siete años- a dar charlas a mujeres que padecen esta enfermedad, tanto embarazadas como las que ya dieron a luz, los días de visita en la Maternidad, recibiendo respuestas positivas. «Hemos visto que a medida que hemos realizado ese trabajo, las mujeres asumen de una manera más positiva su condición de padecer VIH. Aprenden a tomarse sus medicamentos».

Rememora Irazábal que nacieron como un grupo de apoyo, pero luego esto cambió. Se empezaron a incluir en las agendas públicas de los Ministerios de Salud y de la Mujer, en la Defensoría Pública, así como con redes internacionales, que trabajan el tema del VIH. En el año 2006 agregaron a su agenda de trabajo el tema de la violencia de género, «dedicándose a la prevención y a la educación». Sin embargo, para poder desarrollar mejor su labor requieren de una psicóloga especializada y un abogado, «para paliar esta falta tenemos una conexión con Inamujer y las otras instituciones encargadas de enfrentar la violencia de género».

MÁS VALE PREVENIR 

Para la fundadora de esta ONG, lo más importante en estos temas es la prevención, «pues de lo contrario esto va a seguir creciendo. El fenómeno es que las niñas que nacieron con VIH, ahora están llegando embarazadas y, muchas de ellas, no saben que tienen esta enfermedad por ser en la mayoría de los casos huérfanas».

En la Maternidad en ocasiones no se hace la prueba rápida del VIH, para poder prevenir que el bebé nazca infectado, debido también a que los padres no le comunican a sus hijos que padecen esta enfermedad. Pero Irazábal enfatiza en que «hacen falta políticas. El Ministerio para la Salud, no ha creado políticas eficientes para evitar la discriminación, no monitorea y tampoco hacen cumplir las legislaciones que impiden la discriminación en el trabajo. Incluso en los organismos públicos es donde más están solicitando la prueba de VIH. Hace falta que el Gobierno se sincere y hable al país sobre las cifras».

Explica que La mayoría de estas personas no pueden tener un trabajo estable, lo cual hace más difícil el cuidado tanto de su salud, como de los hijos, los cuales también sufren de discriminación en las escuelas. «Si un niño padece de VIH, y la comunidad estudiantil se entera, prácticamente debe ser cambiado de colegio». Además Irazábal dice que hay que incluir a los hombres en el tema de la prevención, pues este no es un problema exclusivo de las mujeres.

«Hay que hacer programas dirigidos a hombres, igual en el tema de la violencia de género. Tenemos que incluir a los hombres para que ellos entiendan realmente el problema».

Reitera que «necesitamos personal adscrito a las salas de hospitalización y de parto». Actualmente están creando otro proyecto, donde sean los jóvenes los que impartan charlas y ayuden a prevenir tanto el embarazo como el VIH. Las charlas se dan en colegios, universidades, plazas, en distintas comunidades de la ciudad, aunque también conforman una red a nivel nacional, pero la mayoría de las mujeres que están infectadas se concentran en Caracas. (Saraí Coscojuela, Tal Cual, 29.03.12)

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