La reforma de la Ley Orgánica del Trabajo va. Así  lo afirman de manera categórica funcionarios de alta responsabilidad en la gestión delgobierno. El problema está que la sociedad venezolana no conoce un proyecto de reforma. Conoce ideas dispersas y a veces contradictorias expresadas por tales funcionarios o por integrantes de la Comisión Presidencial creada para adelantar la reforma.

Un asunto de tanto interés para el país se promueve sin mayor transparencia. No negamos el esfuerzo de algunos de los integrante de la Comisión Presidencial por escuchar opiniones de diversos sectores sociales y políticos, pero opinar sobre ideas acerca de lo que debe ser la reforma no es lo mismo que opinar sobre el borrador de un texto legal que permite ver con mayor claridad y precisión los posibles cambios.

Lo que está en juego no es cualquier cosa. Son los intereses del sector laboral del país y sus familias. Sus salarios, sus prestaciones sociales, las vacaciones, la jornada laboral, sus formas de organización para defender sus derechos. Son los intereses del sector patronal público y privado qué incidirá en la toma de decisiones para la inversión y la creación o disminución de empleo.

El más claro ejemplo de la poca transparencia del proceso de reforma lo podemos constatar cuándo se interroga a los funcionarios gubernamentales, diputados del oficialismo e integrantes de la Comisión Presidencial para la Reforma laboral sobre cómo se definirá el régimen de prestaciones sociales. No tienen una respuesta única, coherente y precisa. No es de extrañar como ya ha pasado en otras experiencias de reforma de otras leyes que mientras en la Comisión Presidencial se debaten diversas alternativas, un equipo pequeño de abogados nombrados por el gobierno esté redactando un texto que le impondrán al país incluyendo a la propia Comisión.

Lo cierto es que a diferencia del año 1997 cuando se reformó la Ley en aquella oportunidad se realizó una amplia consulta. El resultado para el sector laboral no fue el mejor ya que hubo pérdida de derechos porque entre otros factores un sector importante de la dirigencia sindical actuó de espaldas a los intereses de la clase trabajadora que decía representar. Hoy también tenemos a un sector laboral actuando de espaldas al sector que se ufana de representar lo cual ya de por si es un riesgo que abre la posibilidad de una nueva reforma de carácter regresivo.

Preocupados por toda esta situación la organización Provea decidió promover un debate lo más plural posible sobre la reforma laboral. El martes 24 de abril en la Sala E de la Universidad Central de 9am a 1pm se realizará un foro con participación de dirigentes sindicales de diversas corrientes e integrantes de la Comisión Presidencial. Te invito a participar es una buena oportunidad de saber qué pasará con tus prestaciones sociales, con tus vacaciones, cuáles son los riesgos de perder algunos derechos o las oportunidades de mejorar tus condiciones de trabajo.

 

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