Por segundo año consecutivo la Contraloría General de la República en su Informe de Gestión refleja importantes irregularidades en los servicios públicos de salud. En particular queremos destacar lo referente a la pérdida de medicinas. Ya en el informe de 2010 la Contraloría había indicado tres situaciones graves con respecto a la compra, almacenamiento y distribución de las medicinas por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud. Expresó que se compraron algunas medicinas en cantidades que no se requerían en el país, que no fueron almacenadas de manera adecuada y tuvieron que incinerarse varias toneladas y que la distribución era irregular. En esta oportunidad el organismo contralor vuelve a señalar que se continúan venciendo las medicinas. Es decir, mientras a millones de personas en los centros de salud el país se le niega medicinas, estas se deterioran en depósitos por negligencia de burócratas que poco les importa la salud del pueblo. Así contribuyen a agudizar la crisis existente en el sector salud. De no tomarse medidas a tiempo y adecuado se seguirán incinerando toneladas de medicinas que requiere nuestra población.
Pero en el informe 2011 la Contraloría señala dos aspectos más que prueban la indolencia con la que se viene gestionando la salud en el país. Una relacionada al uso y preservación de equipos. La otra relacionada a los trabajos sobre la infraestructura de los hospitales. Indica que se le entregaron equipos médicos y electromecánicos a los centros de salud, los cuales a pesar de haber transcurrido más de 3 años, aún estaban embalados; otros se encontraban ubicados en las distintas áreas de servicios sin operar por cuanto no se ajustaron a la infraestructura de los mencionados centros de salud; hospitales que disponen de equipos operativos sin darle el uso adecuado, que podrían ser utilizados por otros centros hospitalarios; equipos médicos y electromecánicos dañados y desvalijados sin que los centros de salud cuenten con planes de mantenimiento preventivos y correctivos. A cuántas personas se les niega atención con el argumento que no hay equipos o los mismos están dañados. Y resulta que muchos centros de salud los tienen nuevos pero no los usan o tienen desperfectos y existe indolencia para repararlos.
Finalmente el informe señala que en torno a la rehabilitación,ampliación y modernización de la infraestructura hospitalaria, se determinó que no hay coordinación entre las autoridades de los hospitales, la Fundación de Edifi caciones y Equipamiento Hospitalario (FUNDEEH) y el MPPS. Constató irregularidades en la ejecución de las obras y el mantenimiento de la infraestructura. Obras que se iniciaron en los servicios de emergencia, quirófanos y anatomía patológica, no habían sido concluidas.y presentaban atraso en su ejecución de más de 2 años, situación que ha repercutido negativamente en la prestación de los mencionados servicios. Algunas de las reparaciones concluidas ya mostraban signos de deterioro.