La Gran Misión Vivienda Venezuela, además de constituir la Misión bandera del camarada Presidente Chávez, representa la intención más seria, asumida por nuestro Gobierno, de desarrollar las tareas de la Planificación Estratégica. Se crea un Comando estratégico coordinado por el ministro Rafael Ramírez, PDVSA le da el suficiente musculo financiero a la Misión, se integran a ella ministerios, gobernaciones y alcaldías, valga decir, el Gobierno como un solo ente, todos en función del logro de las grandes metas de esta magna Misión: 2011, 150 mil viviendas; 2012, 200 mil viviendas; y avanzar a un ritmo de construcción cercano a las 300 mil viviendas por año hasta el logro de la meta de 2 millones de viviendas en los siguientes 7 años.
La Gran Misión tiene cinco vértices, que abarcan todos los aspectos relacionados con el problema. El primero es un registro nacional para identificar con precisión a las familias que en Venezuela no tienen vivienda propia o residen en situación de riesgo. El segundo punto de la Misión es un registro de los terrenos; y el tercero, uno que abarque las empresas constructoras, nacionales e internacionales, incluyendo a los trabajadores y compañías comunales y obreras. El cuarto aspecto es el financiamiento. En ese sentido, Chávez ha señalado que este año se destinarán 30.000 millones de bolívares para levantar las 150.000 viviendas: la mitad del monto lo colocará el Estado y el resto, la banca privada. El quinto vértice de la Gran Misión Vivienda Venezuela abarca los materiales de construcción. La Gran Misión Vivienda Venezuela cuenta con un instrumento legal que establece el régimen de propiedad de las casas, el cual fue publicado en la Gaceta Oficial del 6 de abril. Esta normativa indica que el Estado garantiza el derecho de propiedad familiar y multifamiliar de las unidades habitacionales construidas como parte de la Gran Misión.
El Registro de la Gran Misión arrojó la cifra de 3 millones 742 mil 226 jefas o jefes de familia registrados, de los cuales 2 millones 753 mil 159 requieren de viviendas nuevas y el resto corresponden a programas de ampliación, regularización y remodelación. Cifra que obligó a reajustar las cifras iniciales para poder dar garantías, a nuestro pueblo, de que la palabra empeñada por el Presidente Chávez, que en nuestra Patria no habría un solo venezolano/venezolana sin su vivienda digna, sería realidad más tarde que pronto. El balance más reciente, hecho público por el camarada Rafael Ramírez, da cuenta que: “…para el 31 de marzo de 2012 se han construido 35.792 viviendas en el país, para un total acumulado de 182.510 entre 2011-2012 de una meta de 350 mil para estos dos años. “De estas 35.792 viviendas 70% las ha construido el sector público y 30% el sector privado”.
Cabe destacar que 62% de las viviendas del sector público las construyó el poder popular a través de los programas de Transformación Integral de Hábitat y Sustitución de Ranchos por Viviendas. Ramírez informó que el presidente aprobó un conjunto de puntos de cuenta para la construcción de 169.530 viviendas adicionales de las cuales 73.700 serán concluidas en 2012. Asimismo, la planificación contempla las viviendas para los años 2013 y 2014 de las cuales 55.796 serán edificadas a través de convenios internacionales y más de 40.034 serán ejecutadas por los entes nacionales. En total este año confluirán en construcción 415.685, de las que 259.193 están en construcción para ser culminadas en 2012 y 156.492 para ser concluidas entre 2013 y 2014…” (YVKE Mundial, 06-04-2012). Otro dato interesante aportado por el camarada Ramírez es: “El gobierno revolucionario construyó 146 mil viviendas con una área promedio de 60 m2 el año pasado, en contraste con las viviendas de 40 m2 de las 90 mil que construyó en su mejor año la Cuarta República”. Enorme el esfuerzo, como grande es nuestro pueblo.
Nada fácil la tarea, solo posible en Socialismo, en eso damos la razón al camarada Chávez. En el capitalismo, donde el dios mercado dirige todo, no sería posible avanzar en la obtención de tan colosales metas. No sería posible planificar todas las labores y centralizarlas en un Órgano Superior de Viviendas como el que coordina el camarada Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez. Mucho menos, sin PDVSA y su musculo financiero. Por eso, de mandar los apátridas, esta Gran Misión no sería posible, menos aún cuando proponen en su Programa de gobierno que PDVSA se limitará a generar dividendos para la Nación, tal cual lo hacía en la cuarta república.
Ahora bien, nos llegan reportes de distintos lugares de nuestra Patria, que evidencian signos de deterioro de la Gran Misión. De aquí mismo, Caracas, camaradas nos reportan problemas con la Fundación Vivienda y Hábitat, quienes desarrollan programas de sustitución de rancho por vivienda, nos manifiestan que los problemas por obtener los materiales de construcción les han impactado negativamente en la consecución de las metas inicialmente trazadas. La Planificación adquiere allí, una dimensión micro, es la propia comunidad planificando las tareas de construir vida, construir viviendas, y vaya viviendas. Hemos visto fotos de las mismas y nada que envidiar a las de nuestras urbanizaciones clase media, pisos de cerámica, habitaciones amplias, cocina, comedor, lavandero, en fin, viviendas dignas para nuestro pueblo, construidas por nuestro propio pueblo. Nos comentaban camaradas de El Valle, sus encontronazos con la burocracia gubernamental que solo persigue, el logro de la meta; poco les importa, si las viviendas son cómodas y amplias, valga decir, dignas. Meta, cumplir la meta, poco les importa la gente, el pueblo.
La orden que les impartieron a las/los camaradas es reducir el tamaño de las viviendas, reducir los costos, bajar la calidad, para lograr el número de viviendas que les asignaron como meta. Cuando el administrador les hablaba, a su interior se decían los camaradas: “pobre Chávez, rodeado de pura mierd…”, nos comentaba uno de ellos, en reunión que sostuvieran. No es fácil dirigir un país y plantearse la construcción de un mundo nuevo, rodeado de colaboradores/colaboradoras repletos del estiércol del capitalismo, de la cultura del desprecio al pueblo. Allí los dejé, pensando sí continuaban en su labor de integración a la Gran Misión y lidiar con la burocracia o desistir.
En la Unión Soviética, la labor de planificación dejó muchas enseñanzas, nada difícil ver en nuestra burocracia algunos de los vicios que se expresaron en aquella época. En ese entonces, recordamos que, una vez el órgano de planificación central, el Gosplan, trazaba la línea; ésta, se cumplía estrictamente en todos los entes involucrados. Leíamos el caso reportado por un tal Joseph Berliner, inspector de planta, con el trabajo de ver por qué una fábrica no ha cumplido con sus envíos de maquinaria de minería, descubrió que las “máquinas estaban apiladas por todas partes”. Cuando preguntó al director por qué no las enviaba, se le dijo que de acuerdo con el plan, las máquinas tenían que pintarse de rojo, pero el director solo tenía pintura verde y tenía miedo de alterar el plan. Se le dio permiso para utilizar el verde, pero solo tras un considerable retraso ya que cada capa de burocracia tenía asimismo miedo de autorizar un cambio en el plan, por sí misma, y por tanto, enviaban la solicitud a la instancia inmediatamente superior.
Otro caso, Cuando las cuotas para los sectores del calzado y clavos, se fijaron de acuerdo con la cantidad, los directores de producción en el sector de los clavos descubrieron que era más fácil cumplir sus cuotas fabricando solo clavos pequeños, mientras que, en el sector del calzado, fabricaban solo zapatos pequeños. Pero, establecer cuotas por peso significaban lo contrario: exceso de grandes clavos gruesos y zapatos para adultos. Igualmente, como los fabricantes de ropa no tienen que vender sus productos, no tienen que preocuparse acerca de las preferencias de estilo. El resultado fue: almacenes, periódicamente, llenos de ropa no deseada. Y en otro caso, la Unión Soviética, se encontró en la situación embarazosa de tener solo una talla de ropa interior para hombre y solo en color azul. Vicios de la Planificación que no debemos emular.
Cuando hablamos de la cara mala de la Gran Misión Vivienda no podemos dejar de hablar de la experiencia que se desarrolla en el Municipio Santiago Mariño, Edo. Aragua. La comunidad Misión Cristo del Asentamiento Campesino La Providencia, ubicada en el sector San Joaquín de Turmero e integrada por 233 familias; actualmente, viviendo en ranchos d madera y zinc, organizados en un Consejo Comunal integrado a la Alcaldía, sin independencia y autonomía. El seguimiento a la problemática presentada en dicha comunidad lo hemos saber en artículo previos. No obstante, estas semanas que nos preceden nos hablan de un despertar comunitario, un grupo mayoritario de familias se dirigió –recientemente- a Miraflores, la Vicepresidencia y a Vivienda y Hábitat, para dejar constancia de su desaprobación en esos entes gubernamentales de la propuesta a su problema de vivienda que le viene planteando la Alcaldía y su Consejo Comunal. Dicha visita a la ciudad capital, se convirtió en una especie de “lámpara de Aladino”, ya que les permitió abrir canales de información que antes le eran vedados. Así, después de la visita a Caracas, esas familias pudieron descubrir que el ente encargado del Plan de Viviendas de su comunidad era el Ministerio para las Comunas, toma nota Isis, que los recursos los aportaba el Consejo Federal de Gobierno. Que “su” Consejo Comunal había pactado con ese ente estatal el estilo de viviendas, si así pudiéramos llamarlo, bajo el supuesto que las familias así lo habían decidido, cosa que nunca ocurrió, nunca se les consultó sobre cómo serían las casas a adjudicarles ni el urbanismo y demás servicios comunitarios. La sola visita a Miraflores generó mucho nerviosismo en la Alcaldía de Mariño y el Ministerio de las Comunas, si Chávez se enterara de lo que allí está sucediendo, no creemos que se vaya alegrar mucho, total, que es una rabia más pa´ Chávez!!!
La comunidad ha sido, presuntamente, estafada. Se le solicitaron contribuciones monetarias para construir los servicios de aguas servidas y los mismas no se construyeron; se enteran que los recursos del proyecto los aporta el Consejo Federal de Gobierno; ahora quienes les solicitaron esos recursos, no invertidos, supuestamente “desaparecidos”, se valen de Chávez para justificar la solicitud de aportes monetarios. Mire que hemos buscado y rebuscado discursos del camarada Chávez, leyendo entre líneas para verificar en cuál de ellos el Presidente Chávez dijo que las comunidades debían aportar su ayuda monetaria para la construcción de las viviendas, tal como lo han señalado a voceros y voceras de la comunidad que se han entrevistado con entes gubernamentales. Lo cierto es, que cuando se toca el punto de la colaboración monetaria, 600 Bs, aportada por la comunidad, tanto Alcaldía como su Consejo Comunal se hacen de la vista gorda, como si no fuera con ellos. Estimamos que dicha “colaboración” debe ser reintegrada a las familias que lo aportaron o, en caso contrario, la Fiscalía debería tomar cartas en el asunto.
El descontento sigue, la mayoría de las familias que integran la comunidad no están de acuerdo con las “soluciones habitacionales” de la cuarta (67 m2) que les proponen la Alcaldía de Mariño y el Ministerio de las Comunas, las cajitas de fosforo. Exigen viviendas dignas y amplias, para familias numerosas como, por lo general, lo son la de nuestro pueblo pobre. Reclama nuestro pueblo el cúmplase del mandato Constitucional: “Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en todos sus ámbitos…” (CRBV, Artículo 82). Contra la Constitución Bolivariana y su mandato, en materia de vivienda y hábitat conspira esa burocracia, roja rojita. Con el pueblo de la comunidad Misión Cristo estamos. Revertir los acuerdos entre Min Comunas y Alcaldía Santiago Mariño con un Consejo Comunal integrado por quienes, en el pasado reciente, apoyaban con vehemencia la candidatura de Gerratana, el candidato opositor a dicha Alcaldía y construir con la comunidad un verdadero Proyecto de Vivienda y Hábitat, acorde a sus exigencias. En fin, Ministra Isis Ochoa haga cumplir lo que predica en el Municipio Santiago Mariño: Democracia y Participación, el Socialismo. Devuélvale la alegría a ese pueblo, revierta esa vergüenza de proyecto de viviendas indigna, no se deje guiar por el “si corrijo no cumplo la meta”, la satisfacción de las urgentes necesidades de nuestro pueblo están por encima de cualquier compromiso burocrático, para satisfacción del ego burocrático…
Henry Escalante
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Caracas, 28-04-2012