Hace doce años Gabriela Zubillaga tenía la idea de realizar una labor de carácter social, tras reunirse con María Lourdes Montenegro decidieron trabajar con niños con cáncer y ancianos de bajos recursos, surgiendo así la Sociedad de Amigos de Niños y Ancianos, Sana.
Daniela Ondreiner, gerente general de Sana, señala que hace doce años, las estadísticas del hospital de Niños se veían afectadas porque no en todos los casos se completaba el tratamiento «y la causa principal de esto se debe a que 70% de los infantes que van al J.M. de los Ríos viene del interior del país y es muy costoso mantenerse en Caracas».
Por lo tanto en Sana acondicionaron su sede, en San Bernardino, para que estos niños con sus familiares se pudieran hospedar y así disminuir la deserción del tratamiento oncológico. «Tenemos 12 habitaciones con capacidad para dos mamás y dos niños y otras cinco para un niño y su madre y el promedio de estadía es de al menos dos meses», indica Ondreiner.
Igualmente agregaron el servicio de comida gratuita en el hospedaje y también tienen sala de computación, una cocina y están elaborando un proyecto para cubrir las medicinas básicas que los niños deben tomar, «queremos facilitarles su estancia lo más posible y que tengan el menor número de preocupaciones posible», dice Ondreiner.
La sede en la que se encuentran actualmente es alquilada, pero aspiran que para el año que viene estén en un lugar nuevo con muchas más comodidades, con habitaciones privadas, diseñadas además para el uso de sillas de ruedas. A partir de noviembre empezarán a realizar actividades para recaudar fondos para poder remodelar el espacio.
En Sana, desde el año 2004, también cuentan con otro programa para niños escolarizados en el tema de nutrición. Lo iniciaron en la escuela Genaro Aguirre, en el barrio La Bombilla de Petare. La Sociedad de Amigos tiene un dispensario con una pediatra, un odontólogo, un ginecólogo y una enfermera, atienden a los estudiantes de la escuela y a los que viven en la comunidad.
«Nos dimos cuenta de que la segunda causa de consulta de niños no sanos era la malnutrición. Diseñamos un protocolo de nutrición donde a principio de año pesamos, medimos y lo comparamos con las tablas de la OMS», cuenta Ondreiner.
Los niños que se encuentren por debajo de los niveles normales entran en el programa ayudados por la pediatra y una nutricionista. Todos los días se les da una bebida hipercalórica que es Pediasure, se les da hierro, vitaminas. «A final de año recuperamos más del 50% de los niños que entran».
En el tema de los personas de la tercera edad, surgió una preocupación y se acercaron a las casas hogares María Gil, ubicada en Los Teques, y Carmen de Abrantes en La Victoria, para ver de qué manera podían ayudar, realizaron un programa de rehabilitación integral que tiene terapia ocupacional y rehabilitación física, también cuentan con un grupo de fisioterapeutas que los ayudan diariamente para enfrentar sus dolencias.
Con la terapia ocupacional los adultos mayores se encuentran ocupados, realizan diversas actividades como manualidades, lectura, cine, hacen un bazar a final de año.(Sarai Coscojuela, Tal Cual, página 23, 22.08.12)