Siete vidas que se cruzan en el municipio Bruzual del estado Yaracuy, las de siete jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y 24 años, que crecieron juntos en el sector Monte Oscuro de la ciudad de Chivacoa. El mismo barrio donde hermanados corretearon por sus calles, las mismas calles donde aprendieron a montar en bicicleta, donde compartieron alegrías, penas y amores, fue el sitio que escogieron sus asesinos para acabar con sus sueños y proyectos, en un lúgubre hecho que pasó a la historia de las violaciones a Derechos Humanos en Venezuela como La Masacre de Monte Oscuro. Las víctimas: Hansel Rafael González Cordero (16), Yorman Antonio Macarella Rodríguez (17), Roger Valentín Gómez Rodríguez (18), Maikel Alexander Camacho López (19), Eduardo Augusto León Castillo (21), Edinson José Mendoza Camacho (20), Julio Ronny López Martínez (24), cada uno con una vida llena de sueños.

Primero dispararon con precisión contra los tres jóvenes que habían ido en dirección a la licorería y ya venían de regreso, mientras que los otros tres fueron ultimados, quizás para que no los delataran, porque pudieron verlos cuando volvían al sitio donde habían dejado estacionadas las dos camionetas en la que se trasladaron al lugar

Los hechos: Ese 07.12.08, a eso de las 11.45 pm, el grupo de jóvenes se encontraba reunidos en el barrio Monte Oscuro, todos eran vecinos y habían asistido esa noche, cada uno por su lado, a dos fiestas familiares. Tal vez la alegría de haber compartido con los suyos les animó a extender la celebración quedándose otro rato conversando, pues al fin y al cabo todos habían crecido como hermanos en su comunidad.

Henry, papá de Hansel, se ha ocupado de sistematizar mejor que nadie lo ocurrido y aunque aun no encuentra explicación a los hechos, nos cuenta qué pasó aquella noche:
«Se encontraba un grupo de jóvenes, entre ellos Renier, Eduardo con Rosita su pareja y Maikel tomando en el garaje de su residencia, y Ronny se encontraba sentado en la esquina de su casa. Por otro lado Hansel, que acababa de llegar a nuestra casa después de celebrar un bautizo con nosotros, su familia, se disponía a dormir cuando fue llamado por Edinson hermano de Rosita, quien venía acompañado de Roger para ir a buscar a Yorman. Este no había llegado a casa y la mamá les pidió que salieran a buscarlo pues ellos lo protegían por ser uno de los más pequeños del grupo. Salieron los tres en la búsqueda, pero al encontrar a Yorman se regresaron y al pasar los cuatro por el callejón fueron sorprendidos por los homicidas, quedando el cuerpo de Hansel y Eduardo en la entrada del callejón; los otros dos, Roger y Yorman, fueron asesinados al fondo del callejón. El otro grupo de jóvenes ( Julio Ronny, Eduardo y Mikel) al oír los disparos corrieron hacia la esquina y allí fueron masacrados.»

Por su parte, los vecinos describen a un grupo tipo comando, de unos diez hombres, que portaban armas largas y cortas, vestían franelas amarillas y cubrían sus rostros; dicen que llegaron a pie y se escucharon lluvias de disparos durante un lapso aproximado de cinco minutos. Primero dispararon con precisión contra los tres jóvenes que habían ido en dirección a la licorería y ya venían de regreso, mientras que los otros tres fueron ultimados, quizás para que no los delataran, porque pudieron verlos cuando volvían al sitio donde habían dejado estacionadas las dos camionetas en la que se trasladaron al lugar. Recuerdan que estos vehículos, una Ford Bronco, blanca, y una Jeep Wagoneer fueron vistos horas antes rondando en las inmediaciones de la plaza Bolívar de Chivacoa.

Adinson Salazar, miembro de Consejo Comunal de Monte Oscuro, declaró a los periodistas: «Puedo garantizarles que esos muchachos no eran malandros, eran muchachos sanos, alegres, que esa noche, como entre la una y media y dos, estaban ahí reunidos, ajenos a la tragedia, y los sorprendieron… Creo que se trató de una confusión porque uno de ellos se parece mucho a un azote quien, junto a otros, acostumbra reunirse de noche en ese sitio, en el poste que está en la entrada al callejón».

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