Los métodos formales de resolución de conflictos laborales, prácticamente, han desaparecido del espacio social, dando paso a subterfugios administrativos o jurídicos que a su vez destrozan la institucionalidad de un país. El desorden propicia acciones radicales como las protagonizadas por un dirigente sindical de Venprecar, empresa estatizada, y tres desempleados frente al Palacio de Justicia de Ciudad Guayana.

Con hojillas los manifestantes tasajearon sus antebrazos en señal de protesta por un conflicto de paralelismo sindical. Tanto la empresa como los protestantes cuentan con sentencias favorables, mientras el Estado demuestra su incapacidad para resolver el caso.

El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la empresa Venprecar C.A (Sutravenprecar), Héctor Fermán, comenzó una huelga de sangre en el Palacio de Justicia de Ciudad Guayana junto a desempleados y personas de la comunidad.

Fermán sostiene que el conflicto en Venprecar es de carácter político en el que están implicados el ex ministro del Trabajo, José Ramón Rivero y el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez

Con hojillas, el dirigente y tres desempleados se cortaron los antebrazos en protesta por la prohibición de ingresar a la empresa y a las oficinas sindicales.

Pese a que contar con una orden de reenganche de la Inspectoría del Trabajo y un amparo constitucional a su favor, Fermán alega que la empresa, usando a trabajadores que con pancartas rechazan su presencia en los portones, le impiden entrar a la planta.

Califica a este grupo de empleados de “patronales” y que el resto del personal está amenazado por la directiva de la empresa. Por esa razón, dijo, no ha estado acompañado por personal de la fábrica.

Fermán pidió al juez quinto del Trabajo y a la coordinadora del circuito del Trabajo, Mercedes Sánchez, que ejecute la medida forzosa que establece la ley. “Para poder salir de la mora sindical se me debe permitir la entrada a planta”, expresó a propósito de que  -desde el 2010 – Sutravenprecar no realiza elecciones y sólo tiene a cuatro trabajadores afiliados de los más de 400 de la fábrica.

Empresa amparada

Al dirigente le fue suspendido el salario en junio de 2011 por ausencia injustificada a su puesto de labores y el vencimiento de su período sindical.

La empresa sostiene que el permiso sindical que establece el contrato colectivo no libra al dirigente de asistir a la empresa como, aseguran, ha incumplido desde “prácticamente” su designación en el 2007.

A raíz de los continuos enfrentamientos en el portón de la fábrica por su reincorporación, la empresa solicitó un recurso de amparo por la violación al debido proceso, al libre tránsito de los bienes de Venprecar, libertad económica y derecho a la propiedad que fue declarado con lugar por el Tribunal Primero de Juicio de Primera Instancia del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar el 3 de abril de 2012; dos semanas después de un fallo judicial a favor del dirigente sindical.

La empresa reconoce al Sindicato Único de Trabajadores Socialistas de Venprecar y Servicios Similares (Sutrasovenyss), constituido en diciembre de 2008, en la discusión de los beneficios por tener el mayor número de afiliados.

Por esa razón, desde el 2009, han estado discutiendo un pliego de peticiones en la Inspectoría del Trabajo.

De acuerdo con el amparo, el 13 de abril de 2012 se le notificó al secretario general sobre el vencimiento de su período sindical y sobre la orden de reincorporarse como operador de campo, cargo que ejerce desde hace 22 años en Venprecar.

Fermán sostiene que el conflicto en Venprecar es de carácter político en el que están implicados el ex ministro del Trabajo, José Ramón Rivero y el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez. (Clavel Rangel, Correo del Caroní, 27.11.12)

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