Estigma y discriminación en ámbitos de salud pública y privada. Comienza el año 2013 y ya estamos recibiendo las primeras denuncias de trato discriminatorio en hospitales públicos y clínicas privadas hacia personas con VIH. Ya el Informe sobre el derecho a la no discriminación de las personas con VIH, publicado en 2011, había evidenciado que de las 1.332 personas con VIH entrevistadas como parte de la investigación acerca del ejercicio y disfrute de sus derechos, más del 80% había expresado no recibir un trato igualitario por causa del VIH. La mayoría de las prácticas discriminatorias (42,1%), había ocurrido en centros de salud. Una de las maneras en que se expresa este trato discriminatorio, y ha sido el motivo de las denuncias de estos primeros días del año, se refiere al uso de los llamados «kits de bioseguridad» para realizar intervenciones quirúrgicas a las personas con VIH.

Fomentar el uso de los «kits de emergencia» para casos «especiales», como consideran a las personas con VIH, no hace más que promover la discriminación

En centros de salud pública, se exige a las personas llevarlos o, de lo contrario, se les hace esperar hasta que sean suministrados por el Ministerio de Salud. En servicios privados se «revisa» el presupuesto -como nos informó una lectora esta semana-, porque hay que tomar «medidas especiales de seguridad».

Si bien en Venezuela contamos con profesionales de la salud con conocimientos y manejo óptimos del tema del VIH/Sida, hay todavía una gravísima carencia de formación e información, que lleva al trato discriminatorio. Encontramos al menos dos razones para que esto siga ocurriendo: la primera, relacionada con la implementación irregular, discrecional, de las llamadas «medidas de bioseguridad universales», que podría verse afectada además por la falta de insumos, sobre todo en los centros de salud pública. Esto llevaría a que en los casos en que se conozca que la persona tiene el VIH, sí se pongan en práctica todas las medidas de bioseguridad y que el personal de salud sea «extra» cuidadoso.

Esto es inexcusable e irresponsable, tanto consigo mismos, como personal de salud, como con la persona a la que se atiende: si no se tiene diagnóstico previo, ¿se «flexibilizan las medidas de bioseguridad, se utilizan menos implementos en la sala de operación, se esterilizan menos rigurosamente los equipos? Y si alguno de los miembros del personal de salud tiene alguna condición que podría afectar a la persona a la que se atiende, ¿esa flexibilización de la implementación de las medidas de bioseguridad no implicaría riesgos severos para ella?

La segunda razón, se refiere a la falta de seguimiento riguroso, por parte del Ministerio de Salud, de la implementación de las medidas y la aplicación de sanciones en caso de que no se cumpla con ellas. Fomentar el uso de los «kits de emergencia» para casos «especiales», como consideran a las personas con VIH, no hace más que promover la discriminación y la implementación laxa, discrecional, de medidas que deben ser aplicadas siempre, todas ellas, con toda persona a la que se brinda atención.

Acción Solidaria 

Centro de Información Nacional de VIH/Sida: 0212-952-2009 

www.accionsolidaria.info 

[email protected]

@fjreyna (El Universal, 21.01.13)

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