La discusión de la agenda país debe tener un propósito a muy corto plazo: sembrar la concordia entre los venezolanos. Las ONG Espacio Público y Sinergia advierten que basar la interlocución política en el ataque es redundar en un diálogo estéril. Ambas organizaciones proponen virar los objetivos y pasar del insulto a la acción.
Ese día, desde el Balcón del Pueblo, Hugo Chávez pronunciaba sus palabras tras saber su victoria, que lo aseguraba por seis años más en la silla presidencial. En su discurso, felicitó a todos los que votaron por él, a los que no y a su rival Henrique Capriles Radonsky. “…Quería agradecerles a todos y a todas y hacerles este llamado a la unidad nacional y al trabajo en conjunto”.
Esa frase fue el detonante para retomar en la agenda nacional la unidad nacional, la reconciliación entre oficialistas y opositores. Era un nuevo inicio para construir un país con un solo rumbo donde rojos y azules dejaran de lado las disputas de poder para enfocarse en el desarrollo de Venezuela.
El recién reelegido presidente llamó a su contrincante electoral, donde ambos hablaron de la unidad nacional. Fue octubre de 2012.
En diciembre Hugo Chávez partió para Cuba para tratarse el cáncer. A cargo del país quedó Nicolás Maduro, quien desde que ha asumido las riendas se ha hecho de nuevo presente el tema de la polarización en Venezuela, convirtiendo todo en un espejismo el tema de la reconciliación.
El espejismo
Los políticos, tanto del oficialismo como de oposición, se alejan de la lucha política para ir a una disputa casi personal, llena de improperios e insultos con nombre y apellido.
Así quedó demostrado en la sesión celebrada en la Asamblea Nacional (AN) el día 5 de febrero cuando el presidente de la asamblea Diosdado Cabello arremetía contra Capriles, quien pidió investigarlo por casos de corrupción. El mismo excandidato a la Presidencia respondió a través de Twitter a Cabello, asegurando que el corrupto era él.
Ese día, el respeto y la cordura se perdieron por completo en la Asamblea Nacional.
“Si hubieran alternativas que trataran de llevar mensajes conciliadores de las necesidades de las personas más allá de politizarlos, ir directamente a la sensibilidad social de dar una propuesta no desde el tinte político sino desde las necesidades de las personas de manera que todo el mundo se sienta identificado con ese mensaje, pues todo el mundo se sentiría identificado porque son necesidades que todos tienen”, explica Gloria Salazar, vocera de la ONG Espacio Público.
Estos emisores de mensajes caen en el terreno de la descalificación, haciendo cada vez más estéril, incomprensible e inútil eso que en otros países llaman la lucha política, que debería tratarse de reclamar sobre asuntos que no han sido atendidos por el gobierno de turno.
La ciudadanía
“Estamos enfrentado problemas sociales tan serios que afecta a cualquier persona independientemente de su postura política, de su filiación, que además tienen con todo derecho. Por supuesto que esos temas existen y que afectan sensiblemente a las personas”, cree el presidente de la asociación civil Acción Solidaria y de la ONG Sinergia y premio de Derechos Humanos 2010 del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela y la Embajada de Canadá en Venezuela, Feliciano Reyna.
Plantea el activista que si se toman en cuentan factores que realmente sean problemas que afectan al colectivo “es posible que allí existan puentes para la comunicación, para el encuentro y para el acuerdo”, que pueden apartar el tema de la polarización, ya que la ciudadanía ve que lleva sus esfuerzos para el desarrollo.
Los derechos humanos
El tema de los derechos humanos entra en este debate, porque sin duda la descalificación entre oficialistas y opositores genera que se actúa cada vez más de espaldas de la Constitución.
La vocera de Espacio Público, Gloria Salazar, cree que el tema de los derechos humanos no debe politizarse ya que “es uno de los temas que más sensibiliza al de a pie porque si se viola un derecho humano no es solo una persona que está afectada, eso evidencia que hay una falta de política de parte del Estado que garantice ese derecho para toda la sociedad… los derechos humanos afecta a un bando o al otro”.
Reyna opina que “los derechos humanos son el paraguas que nos puede ayudar a trascender la polarización, que aun más los tenemos incorporados en la Constitución venezolana que en todo lo que se refiere a derechos humanos es de las constituciones más avanzadas del mundo”.
Los artículos 19, 20 y 21de la Carta Magna, establecen que nadie puede ser juzgado ni vulnerados sus derechos por cualquier tipo de diferencia que tenga una persona de otra. Pero todo es lo contrario:
“En vez de referirse a la universalidad de los derechos humanos, al hecho de que tenemos en la Constitución el derecho a la no discriminación por razones política, por raza, por sexo, más bien insisten en esta división”.
“Ha habido un desvío severo de ese camino, de esa luz que implica la Constitución y por tanto vemos claramente una situación grave de polarización que además la hacen quienes están en el poder”, agrega Reyna.
Los encargados del poder
Tras la ida del presidente Hugo Chávez, el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro, ha enfatizado el mensaje de la división, a través de actos conmemorativos como los del 4 de febrero y la celebración del aniversario 194 del Congreso de Angostura, donde no perdió la oportunidad de arremeter contra la oposición.
“Tengo mucha preocupación con el discurso público de quienes han asumido la dirección del gobierno desde la ausencia del presidente Chávez, precisamente porque han mantenido, quizás por un cálculo electoral político, el clima de la polarización y en algunos momentos pues ya no es una sola voz, sino son varias voces que lo exacerban”, advirtió Reyna.
Piensa que con esto se está perdiendo “una gran oportunidad para un llamado a construir juntos las condiciones que puedan hacer que esa idea de la máxima felicidad posible”.
Otros ejemplos
Todo encamina a Venezuela hacia escenarios de confrontación, como los vividos en países como la Alemania dividida o la Sudáfrica del apartheid, donde hubo largos procesos para unificar a los ciudadanos, y darse cuenta que todos son habitantes de un solo país.
“El peligro de acercarse a esas situaciones graves en las que se le hace daño a parte de la población por razones de tipo político ideológico existe… puede haber una influencia muy importante del discurso violento agresivo de separación y de desconocimiento de la otra persona en una situación de violencia general en el país, entonces hay una responsabilidad fundamental en quienes manejan las responsabilidades del Gobierno nacional y de quienes están en el mundo político partidista”, asegura Reyna.
El activista cree que así como se superaron esas diferencias en Alemania y Sudáfrica, “aquí debe entenderse que la manera de que los países avancen es a través el reconocimiento y el respeto de la dignidad de cada persona”.
El camino
Para que el camino sea el de la igualdad y respeto, sin importar la ideología y los tintes políticos, hace falta un “un mensaje conciliador, neutral. El resultado del desarrollo se hace en conjunto con un mensaje que tenga la bandera de la inclusión”, asegura Gloria Salazar.
“La luz que puede guiar esas acciones públicas de quienes están en funciones de gobierno o en el ámbito político partidista está en la Constitución. La verdad es que si se pusiera en práctica y se leyera y comprendiera en profundidad y se pusiera en práctica todo, implicaría sin dudas un mejor país para todos”, finaliza Feliciano Reyna.
Descalificación, el argumento de Maduro
Corruptos, parásitos, devaluados, especuladores, acaparadores, miserables fueron algunos de los insultos que el Vicepresidente y ex máximo representante de la diplomacia venezolana, Nicolás Maduro, empleó ayer en un mercado a cielo abierto de toda la red de distribución de alimentos y artículos del hogar del Estado, en la Plaza Diego Ibarra de Caracas.
Justificó su diccionario de insultos para defender los logros de la revolución bolivariana. “En este gobierno tenemos el respaldo del pueblo bolivariano en la calle y tenemos el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; y el pueblo puede tener confianza absoluta de un gobierno que los protege”.
Maduro destacó -además- que el Gobierno está alerta, junto al pueblo, para “derrotar a esta derecha devaluada, corrupta, a esta burguesía parasitaria que ataca a nuestro pueblo”, que promueve la especulación y el acaparamiento para hacerle daño, señaló.
Maduro mostró nuevamente las fotografías presentadas el viernes, en las que aparece el Jefe de Estado con sus hijas Rosa Virginia y María Gabriela. Esas imágenes, dijo, “expresan un gran mensaje, un hombre que se ha sometido a todos los tratamientos que ha hecho falta y que jamás le ha faltado al pueblo”.
Reiteró que junto a la población están el Gobierno y la Fuerza Armada “trabajando las 24 horas del día en los planes fundamentales de protección a nuestro pueblo”.
Silencioso golpe de Estado
El vicepresidente Maduro denunció que sectores de la derecha están tratando de dar un golpe de Estado silencioso, y en ese sentido recalcó que el pueblo no dejará que esto ocurra.
“Están atacando la moneda, los precios de los productos, y los están escondiendo, pero estamos en la calle dando la batalla a través del sistema alimentario creado por el presidente Hugo Chávez. Además aquí hay un pueblo que no va a dejar que nuestro país sea desestabilizado”.
El vicepresidente rechazó también “la burla” que hizo lo que él denominó una “derecha alocada” sobre las fotografías que muestran al Jefe de Estado en franca recuperación, y que fueron difundidas este viernes.
“Esta derecha miserable y corrupta salió a burlarse del comandante Hugo Chávez, a faltarle el respeto al pueblo de Venezuela, a burlarse del sentimiento de solidaridad de una inmensa mayoría de los venezolanos, que sintió en su corazón tranquilidad, agradecimiento, amor. A nosotros lo que nos toca es seguir trabajando y como gobierno gobernar junto al pueblo”, destacó. (Con información de AVN) (Conflictove, 18.02.)