La Organización de los Estados Americanos (OEA) fracasó ayer en adoptar un proyecto de resolución para la reunión de cancilleres este viernes que sancionará el proyecto de reforma del sistema interamericano de derechos humanos.
El desenlace dio al traste con la labor de un grupo especial de trabajo encabezado por México para zanjar las diferencias entre la mayoría de los estados miembros y un grupo de países que al final lograron descarrilar el proceso.
En consecuencia, los cancilleres de las Américas que se darán cita en esta capital el próximo viernes para sancionar la reforma del sistema interamericano de derechos humanos tendrán a su cargo el desahogo del texto resolutivo, cuyo borrador fue negociado durante días.
Luego de más de dos horas de una discusión que se tornó por momento ríspida, la reunión extraordinaria del Consejo Permanente concluyó dejando un mal sabor de boca entre algunos embajadores para quienes había un consenso para adoptar un texto resolutivo.
«Exijo que reconozcamos que tenemos un gran consenso y un núcleo importante de acuerdo» demandó el embajador de Uruguay, Milton Romani, que consideró un bloqueo las posturas de algunos países sobre apenas dos palabras del texto resolutivo.
En su turno, el embajador mexicano Joel Hernández reconoció que si bien el texto no recogía todos los puntos de vistas de las delegaciones, muchas de las cuales hicieron concesiones en sus posiciones, si reflejaba el espíritu de la mayoría de estados.
«Este es un texto que refleja todas las posiciones de las delegaciones. Como cualquier otro documento hubo necesidad de hacer distintas concesiones, pero es el resultado de lo posible al grupo de trabajo», dijo.
Aunque el texto negociado tres días por un grupo especial encabezado por Hernández fue respaldado por más de dos tercera partes de los 34 estados miembros, el presidente del Consejo, el nicaragüense Denis Moncada Colindres, suspendió el encuentro.
Moncada Colindres dijo que tomó la medida porque no había «el consenso deseable».
«Queda claro que no hay el consenso deseable, por lo que no queda más que elevar este proyecto de resolución a la asamblea general», indicó Moncada ante el claro malestar de algunos embajadores.
Algunos como el de Brasil insistieron en la necesidad de avanzar en la discusión al apuntar que las posturas de los países eran ya de todos conocidas y que por lo tanto no había necesidad de repetir la dinámica de los encuentros del grupo especial.
«No entiendo porque hay que repetir todas las discusiones que hicimos antes», lamentó el representante Breno Silva Da Costa, cuyos llamados para avanzar la discusión fueron ignorados por Moncada Colindres.
Aunque el texto de siete puntos resolutivos parecía haber sido consensuado en una reunión del grupo especial celebrada el lunes, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela insistieron en sus objeciones sobre apenas dos palabras.
Estas se referían a aspectos relacionados con los aportes voluntarios a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y el condicionamiento para que los estados aporten mayores recursos si se pretende fortalecer el funcionamiento de todas sus relatorías. (Uniradioinforma, 21.03.13)