Marino AlvaradoCon el código 330 fue identificado el cadáver de un amigo que ingresó el sábado a la Morgue. Un amigo más. Una lista que se acrecienta con el tiempo. Me pregunto ¿cuántos más?

El drama de Caracas y del país en pocos metros cuadrados lo refleja la Morgue de Bello Monte.Diversas historias de una idéntica tragedia. El mismo llanto de familias de diversos extractos sociales. La violencia enluta cada vez más los hogares venezolanos. Se va llevando gente principalmente joven. En su mayoría hombres.

Cómo le explicaremos a la niña que su papá ya no la llevará más a la escuela. Cómo hacerle comprender que ya no lo volverá a ver. Esa era la mayor preocupación de una de las tías de la niña hija única de tan solo ocho años. Cuántas veces esa misma preocupación la han tenido que soportar miles de familiares. Ellas y ellos, nuestras niñas y nuestros niños, son las víctimas más inocentes. La realidad trastoca su mundo todavía de fantasía.

Cuántas consecuencias sociales tras el asesinato de un padre o madre de familia o de cualquier otro familiar. Los efectos no solo son anímicos, sino económicos. Cuánto daño moral y material.

La cifra oficial de homicidios en 2012 suministrada por el Ministro del Interior y Justicia fue de 16.072 homicidios. De 1999 a 2012 hubo en Venezuela un total de 149.920 homicidios, a un promedio anual de 10.708. Esa misma cantidad de familias enlutadas.

¿Y seguiremos de brazos cruzados contemplando como se desangra el país? La solución es colectiva. Requiere el esfuerzo de las instituciones del Estado y de la diversidad de expresiones de la sociedad organizada.

El gobierno ha emprendido algunas iniciativas. Teóricamente bien diseñadas como la Misión a Toda Vida Venezuela y la política de desarme. Los resultados están por verse. Por lo menos en el primer año fracasó, pero hay que apostar al éxito. Y no será posible si no se convoca a todas las expresiones políticas y sociales.

El sectarismo, la politiquería y la polarización extrema son elementos que atentan contra la posibilidad de ganar la lucha contra la violencia. Son muchas vidas las que están en juego.

No desvaloricemos las ideas, iniciativas y medidas que vengan porque las propone alguna persona que piense distinto a nosotros o una institución que represente un determinado enfoque político.

La bala cuando se desplaza no distingue si penetrará el cuerpo de un chavista o un opositor. Rompe la piel con la misma fuerza y maldad. Causa el daño sin importar de qué color es tu vestimenta. Siempre digo en el caso de Caracas que estamos frente a una ruleta rusa. No sabes si hoy a ti te llegara el tiró que acabe con tu vida.

Con la violencia también va desmejorando nuestra calidad de vida. Son menos los espacios para la recreación. Escuelas en zonas populares que cierran por los tiroteos en sus adyacencias. Transportes públicos que reducen sus horas de servicio. Muchos otros aspectos están en juego que nos afectan en el día a día

Tu voz, si se une a la de otros y otras repercutirá más fuerte. Tus ideas e iniciativas expuestas a otros posiblemente mejoraran. Si te movilizas solo tal vez te consideren un loco o una loca, pero si te movilizas con miles impondrás respeto y posiblemente se escuchen tus reclamos.

No sigamos permitiendo que la problemática de la inseguridad siga siendo objeto de manipulación politiquera. Que se siga haciendo propaganda con el dolor de la gente.

Exijamos una política de Estado, democrática, efectiva, incluyente y con recursos suficientes para enfrentar la violencia.

Mi lista de amigos asesinados sigue creciendo. ¿Seguirás esperando indiferente que la tuya también?

Tú tienes la palabra y parte de la solución.

 Todas y Todos podemos ser una inmensa fuerza transformadora.

@marinoalvarado

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