“En este momento necesitamos apostar por la cultura del encuentro. El diálogo no excluye la confrontación de diversos puntos de vista. No renunciemos a nuestras ideas y utopías; renunciemos solamente a la pretensión de que sean únicas o absolutas. No manejemos las ideas como armas, sino como luz” (Papa Francisco)
En estos momentos de nuestro país dolorosamente dividido, desde nuestra vocación educadora, que va más allá de nuestras aulas, queremos proclamar, con nuestra palabra, nuestro compromiso y nuestro comportamiento, la necesidad de encontrarnos como hermanos y hermanas que hacemos vida en este país. Sin el reencuentro, que implica el reconocimiento del otro y de nuestras diferencias, simplemente Venezuela no es viable.
Hacemos este llamado desde nuestra identidad y convocamos desde nuestra experiencia a:
1. Rechazar cualquier acto de violencia, gesto de intolerancia y palabra que divida aún más a la gente de nuestra Venezuela, venga de donde de venga.
2. Estimular la participación de los ciudadanos y ciudadanas en la búsqueda de soluciones en la coyuntura que vive el país, siempre desde el respeto, y en igualdad de condiciones, a la persona humana, que es diferente y por tanto capaz de enriquecer nuestras propias posiciones. Estos son los valores compatibles con los valores humano-cristianos que están en la base de nuestra identidad de Fe y Alegría y en nuestra cultura venezolana.
3. Poner a la orden del país, en los 541 puntos geográficos donde estamos presentes, como educadores y comunicadores populares, nuestra práctica habitual de resolver los conflictos en los centros y en las comunidades donde hacemos vida.
4. Reafirmar nuestra convicción de que sólo desde el diálogo respetuoso y creativo que pone por encima de las posturas personales el objetivo superior de amar y servir a los pobres, que son los que más sufren con nuestras divisiones, saldremos adelante. Fe y Alegría ha sido y quiere seguir siendo un espacio de encuentro con presencia de “todas las voces”.
5. Exigir a la dirigencia que se ponga a la altura del país que le toca dirigir. En nuestra misión de educadores, nos resulta descorazonador el efecto negativo de modelaje de no pocas de nuestras altas dirigencias políticas.
Como Fe y Alegría lo ha hecho desde 1955, renovamos de nuevo nuestro compromiso para que también este momento doloroso y descorazonador lo convirtamos en “hecho educativo”, para que crezcamos en respeto y tolerancia y fortalezcamos la formación ciudadana de los que tenemos la obligación y el derecho de construir una Venezuela más inclusiva e incluyente. Queremos ser coherentes con nuestro lema “Compromiso por la vida”.
Venezuela, 20 de abril de 2013