La militarización de la planta, como parte del plan de contingencia que activó el Gobierno a 12 días del paro, contó con el rechazo de los trabajadores, quienes defendieron su legítima protesta ante una serie de incumplimientos laborales.
La Corporación Venezolana de Guayana, a través de su titular, el general Carlos Osorio, la directiva de Ferrominera Orinoco, encabezada por Iván Hernández, y el comité ejecutivo de Sintraferrominera acordaron en la madrugada del viernes reanudar las operaciones de la empresa madre de la cadena ferrosiderúrgica tras firmar un acta que, entre otros puntos, establece el reconocimiento del sindicato como representante genuino de los empleados.
Principales acuerdos:
√ Pago de los días a los trabajadores que participaron en el reclamo.
√ Cero represalias contra los ferromineros protestantes.
√ La compañía reconoce la deuda de los 15 mil bolívares por anticipo contractual, la deuda por el plan de ahorro, prestaciones sociales, domingos.
El Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco (Sintraferrominera) decidió levantar la huelga pese a que no se fijaron las fechas para la cancelación de pasivos y beneficios que motivaron el conflicto.
Aunque el final del paro no satisfizo a los ferromineros, la dirigencia sindical logró que el Gobierno -que había estado renuente a firmar un acuerdo con el sindicato- les reconociera como la institución legítima de los trabajadores y firmara con ellos un compromiso de pago.
Para el secretario general de la organización, Rubén González, este primer paso -aunque no cumple con el 100 por ciento de los objetivos- es un “avance” en comparación con las deterioradas relaciones obrero-patronales que impidieron, en 12 días de protesta, llegar a un acuerdo sin estigmas político-partidista.
Tras la militarización de la empresa este jueves, la protesta se había debilitado.
El transporte dejó de cubrir la ruta de Ciudad Bolívar, El Pao y Upata y la Guardia Nacional impidió, a quienes llegaron por su cuenta, entrar a la fábrica. De modo que el ausentismo laboral en las áreas comenzó a debilitar la huelga.
Parte de la dirigencia sindical quedó fuera de las instalaciones de la fábrica al momento de la implementación del plan de contingencia.
El secretario general quedó dentro del área de ferrocarril en donde, posteriormente, se desarrollaron las reuniones.
La última de ellas se dio a la medianoche y terminó con la firma del acta y el compromiso de instalar una “mesa de alto nivel” en la Corporación Venezolana de Guayana, que se celebró ayer a las 10:00 de la mañana.
“La lucha sigue”
González indicó que en esa reunión participaron los dirigentes Adul Hurtado, Roger Salazar, Luis Azocar, Argenis Romero y Jorge Ascanio, este último ex compañero de fórmula del dirigente del Movimiento 21, Alfredo Spooner.
Además participó en representación del gobierno, el vicepresidente ejecutivo de CVG, Heber Aguilar, el general de brigada Héctor Volcanes, segundo comandante del REDI Guayana, quien también está en comisión de servicio en CVG; el presidente de la CVG, Carlos Osorio y el presidente de Ferrominera, Iván Hernández.
En esos términos, González valoró la “buena disposición de resolver” que observó en las últimas conversaciones, diametralmente opuestas a la posición que había mantenido la gerencia en días anteriores.
Al culminar la primera reunión de esa mesa de diálogo, contó que se les informó de algunas diligencias que está haciendo el Ejecutivo para buscar los recursos y cancelar, entre ellos, el restante del anticipo por retraso en la discusión del contrato, el pago de la deuda de los domingos (2006-2012) y beneficios legales como las prestaciones sociales, la caja de ahorro, seguro social, entre otros.
“Me pareció muy positiva esta reunión. Los vi con mucha disposición pero debo decir de que los trabajadores están expectantes de que se les cumpla”, agregó.
González dijo no estar del todo conforme. “Yo nunca me siento satisfecho cuando se trata de dar respuesta a todos los derechos que se le incumplen a los trabajadores, pero hemos logrado un gran avance porque ellos (el gobierno) no querían llegar a un acuerdo”.
En su análisis, las dificultades para avanzar en la negociación obedecieron a elementos políticos tras bastidores que, según González, siguen intentando debilitar la lucha porque no les interesa que cuaje un diálogo efectivo entre el sindicato y el gobierno.
“Nosotros seguiremos insistiendo en que el sindicato no tiene color político, que los derechos de los trabajadores no tienen color político, tienen que entender que somos los representantes de los trabajadores”, puntualizó.
El secretario general dijo que el presidente Nicolás Maduro tiene que aprender que el sindicato no tiene color político. “Eso es lo que no debemos manipular”, dijo.
Consideró que el acta suscrita es una “gran responsabilidad” para la empresa. “Nosotros vamos a seguir manteniendo la pelea, tenemos que dar un paso al frente”.
Rechazó, una vez más, la militarización de la empresa, un hecho que no ocurría desde la década de los años 70, y condenó que se tratara a los trabajadores como vulgares “delincuentes”.
La próxima reunión será el martes en la mañana en la Corporación Venezolana de Guayana.
En una comunicación enviada por Ferrominera Orinoco, el presidente Iván Hernández agradece la voluntad de los trabajadores. “Ustedes nos están dando un voto de confianza y vamos a cumplirles”, dijo. (Clavel Rangel, Correo del Caroní, 15.06.13)