¡“Y ahora los super-animadores”! Y salieron a escena una trentena de adolescentes y jóvenes, los animadores juveniles del plan vacacional de la Parroquia Don Bosco –de los salesianos, en San Félix.
Ante los ojos extasiados de cerca de 10 pequeños y adolescentes, los “super- animadores”, trajeados como super héroes, bailaban como verdaderos profesionales en el día del comienzo del plan 2013.
Ante el asombro de un adulto que asistía con sus nietos, un joven comentó con orgullo”, lo ensayamos ayer, yo soy el coreógrafo”
¡Realmente saben de animación juvenil!
Una señora, espectadora también, comentaba que su hija, de doce años, no hay que levantarla para las actividades del plan vacacional. “Hoy se paró antes que todo el mundo para venir a la misa y el acto de inicio. Así es siempre. El día final, lloran porque se les acaba la diversión sana, el lugar de encuentro”.
Serán 15 días, en los cuales los participantes entre 7 y 13 años, podrán entrar a talleres de pintura, danza o teatro, además de algún deporte y un paseo cada semana.
Habrá también reflexiones sobre temas de interés para su edad. Sus animadores, apenas unos años más que ellos, les guiarán creativamente por el camino de la amistad, convivencia pacífica, valores ciudadanos, todo en clave actualizada, con mucha música y mucha actividad, con gran responsabilidad.
¡Y todavía hay que gente que cree que no hay nada qué hacer! Un verdadero trabajo de prevención del embarazo precoz, de la violencia. Unas clases magistrales de elevación de la autoestima y expresión de sentimientos y emociones. Elementos necesarios para la educación para la paz.
Las parroquias salesianas, más de una docena en todo el país, tienen en los planes vacacionales una constante desde hace tiempo.
Es una labor callada, ordinaria para ellos pero extraordinaria en esta sociedad que ofrece poco a los niños y adolescentes de sectores populares. Luego, la misma sociedad que no los atiende, los enjuiciará y los condenará sin el debido proceso.
Recordemos que son muchos los adolescentes y jóvenes víctimas unos y victimarios otros de la violencia delincuencial en este país.
Recordemos también lo que suele señalar el Padre Alejandro Moreno, investigador del tema de la violencia juvenil: en las vacaciones, con tanto joven sin estudiar y sin trabajar, las pandillas aprovechan para “reclutar” nuevos miembros.
Son un riesgo. Por eso estas experiencias hay que apreciarlas, apoyarlas y replicarlas.
Después de las dos semanas con niños y adolescentes, vendrá la atención para los que tienen entre 14 y 18 años. ¡Trabajo completo! Y el próximo año, algunos de esos que han participado en planes anteriores, serán seleccionados para ser “super- animadores”.
Ya hay aspirantes haciendo méritos para ganarse ese premio. ¡Trabajar por los demás un premio y no una carga!, eso en un mundo en dónde se vende que sólo “por la plata baila el mono”.
Hay otras iniciativas parecidas ligadas a la Iglesia Católica, como la escuela Pablo VI de Fe y Alegría –en la comunidad de Buen Retiro, San Félix -en la cual algunos profesores voluntarios y jóvenes catequistas, juntaron ánimo y creatividad para poner a adolescentes a pintar murales en su barrio, tan señalado por la violencia.
Si fuera empresaria, incluiría el financiamiento a experiencias como esta de los salesianos, y otras similares. Si fuese alcaldesa establecería alianza con parroquias como la de los salesianos. Si fuera estudiante universitaria me ofrecería para hacer mi servicio comunitario cooperando con algunos de estos planes.
Estoy segura que San Juan Bosco estará orgulloso de estos herederos. Descubrir que hay jóvenes dispuestos a “hacer las paces” en vacaciones, es una luz en medio de tanta mala noticia.