Desde el 9 de mayo de este año se detuvo el acelerador lineal en el Hospital Oncológico Dr. Miguel Pérez Carreño, en Naguanagua, y con él se paralizaron las radioterapias de 57 pacientes.
De este grupo los médicos tratantes calcularon las dosis recibidas y a algunos les dieron de alta porque solamente les faltaba una o dos sesiones para terminar el tratamiento.
Adicionalmente, hay casi 70 personas más en espera de la planificación para iniciar las radioterapias.
A poco más de tres meses de la situación, son variadas las formas que han encontrado para buscar salida al escollo: buena parte ha recurrido a clínicas privadas para terminar el tratamiento; otros han sido referidos a otros centros oncológicos del país, a ver si corren con mejor suerte.
Algunos más continúan esperando por el arreglo del único equipo que hay en Carabobo.
“A mi papá tuvimos que llevarlo a una clínica. Pagamos 30.000 bolívares por las cinco sesiones de radioterapia que le faltaban antes de operarlo hoy de cáncer de colon”, dijo Dickson González, quien agregó que en el caso de su familiar tenían cómo sufragar este gasto, porque algunas personas requieren entre 30 y 40 sesiones.
Para el padre de González tuvieron que comprar el kit de la intervención quirúrgica que incluye grapas, alcohol, catéter dual central de tres vías, ampollas, gasa, algodón, entre otros artículos. “Lo tiene que cubrir el paciente, si no, no hay operación”, afirmó.
Algunos familiares a las afueras del oncológico indicaron que la espera ha sido tan larga que hasta han pensado en solicitar una audiencia con Nicolás Maduro o hacerle llegar una carta.
“Uno no comprende por qué si este país regala tanto dinero a otras naciones, ¿por qué no compran otro acelerador lineal?”, expresó otra paciente que fue a averiguar si ya estaba funcionando el equipo. Dijo que le indicaron que les llamarían cuando se reanuden las radioterapias.
El Dato
El equipo de acelerador lineal del Hospital Oncológico Dr. Miguel Pérez Carreño, en Naguanagua, forma parte del convenio que hizo Venezuela con Argentina.
Durante el 2012 este equipo sufrió desperfectos como el ocurrido en julio de ese año que se detuvo por 15 días o a inicios de septiembre de 2012, cuando permaneció dañado más de 20 días.