Hace cinco años, las cavas del zoológico de Caricuao, localizado en el suroeste de Caracas, dejaron de refrigerar los alimentos de los felinos.
La carne se descomponía sin remedio, pero el ingenio del personal del parque contribuyó a mantener con vida a los animales.
“Si hubiéramos esperado por recursos para la reparación, se habrían muerto tigres y pumas”, dijo un empleado del zoológico.
Aunque la crisis no es novedad, para Marlene Sifontes, secretaria de Organización del Sindicato Unitario Nacional de Inparques, las deficiencias en la institución se han acentuado desde 2011.
“Sólo hace falta ver las condiciones de los parques Henri Pittier, Médanos de Coro, Terepaima y Restinga y de los zoológicos Francisco de Miranda y Caricuao para saber que las cosas no marchan bien”.
A Inparques le aprobaron un presupuesto de 269.007.997 bolívares en 2011, pero sólo le consignaron 188.797.753 bolívares.
En la Memoria y Cuenta del Ministerio del Ambiente, correspondiente a ese año, se explica que el déficit de 52.330.111 bolívares en el financiamiento obedeció a “cambios inesperados de las condiciones económicas del país, producto de la crisis del sistema capitalista, la fluctuación de los precios del petróleo y el control del gasto público a través del uso racional de los recursos”.
El recorte no impidió que se destinaran recursos a compras que, según trabajadores del organismo público, no eran necesarias.
Destaca la adquisición, el 12 de agosto de 2011, por un monto de 102.574 bolívares, de una pantalla con tecnología LED, además de la contratación de servicios de seguridad privada, personal de montaje y desmontaje, de equipos de Directv (prescindiendo de la señal de televisoras nacionales) y toldos, entre otros, para la transmisión de la Copa América en el Parque del Oeste Alí Primera.
Se invirtieron, igualmente, más de 165.000 bolívares en la dotación de dispositivos electrónicos para un puesto de comando en la institución.
“Actualmente se le debe al personal 5 dotaciones de uniformes. Muchos bomberos forestales, por ejemplo, deben trabajar con uniformes y botas desgastadas o rotas”, indicó Sifontes.
Agrega que en algunos casos no se hizo licitación para la compra de los equipos.
José Matute, secretario general de Sunep-Inparques, asegura que denunciaron la irregularidad en el Ministerio del Ambiente y en la Asamblea Nacional: “El último en conocer las condiciones por la que atraviesa la institución fue Dante Rivas. Cuando asumió el cargo de ministro del Ambiente le enviamos una carta para explicar la situación. No fuimos escuchados”.
Documento.
De acuerdo con un informe de la Contraloría General de la República correspondiente al año pasado, en el Proyecto Guaraira Repano, ícono ambiental y de estrategia nacional –desarrollado entre 2006 y 2009 por Inparques– hubo fallas en las contrataciones públicas.
Las obras relacionadas con el programa no fueron incluidas en el Plan Operativo Anual.
«Ello ocasiona que se desconozcan los recursos presupuestarios y financieros necesarios para su ejecución, y que la información contenida en el plan no sea real, debido a las debilidades de control interno en cuanto a planificación se refiere”, reza el documento.
La Contraloría General de la República, en esa ocasión, llamó a corregir las irregularidades.
Bajos sueldos
Marlene Sifontes y José Matute, representantes de Sunep-Inparques, piden al nuevo ministro del Ambiente, Miguel Tadeo Rodríguez, que considere el aumento de los salarios y beneficios para los empleados de la institución.
“A veces nos llaman ‘la cenicienta del Ministerio del Ambiente’, pero algo de cierto hay. Nuestros sueldos son inferiores a los que devengan los trabajadores en otros institutos de la cartera. Por eso pedimos una nivelación justa”, afirmó Matute.
Señalaron que entre los empleados más afectados por el desnivel de los salarios están los guardaparques. (Maolis Castro, El Nacional, 07.09.13)
