Los trabajadores de la Central Sindical Unión Nacional de Trabajadores (Unete) junto a la Alianza Nacional de Trabajadores Cementeros protestaron este jueves frente a la sede de Venezolana de Cementos para exigir la reactivación de las plantas en el país.
Los miembros de Unete señalaron que el sector se encuentra en una crisis operacional aunado a un precio irregular del saco de cemento, lo cual se ve reflejado directamente en el poder adquisitivo de los trabajadores.»El saco regulado de 16 bolívares es vendido en casi 300 bolívares», comentaron.
Asimismo afirmaron que más del 85% de las plantas de cementos en Venezuela están deterioradas desde el año 2008.
Por esta razón, realizaron un exhorto al presidente Nicolás Maduro para establecer mesas de diálogo donde se escuchen y se reciban propuestas para un modelo de reconstrucción de la empresa cementera.
Indicaron que de no recibir una respuesta contundente por parte de las autoridades gubernamentales realizarán otras acciones de calle como una posible «hora 0» de la industria cementera de no ser escuchados. (El Nacional, 21.11.13)