La leche en polvo apareció en los supermercados y con ella las enormes colas, la más grande estaba en el Santo Tomé de Castillito. Allí cientos de personas estaban esperando por las tres bolsas de leche que estaban dando, no por las cajas habituales, sino por una habilitada donde sólo aceptaban efectivo.
Pasadas las 4:00 de la tarde el producto se acabó y se presentó una confusión. Las personas empezaron a correr, y se escuchaban gritos de “van a sacar papel”. Muchos entraron en cambote al supermercado y eran tantas las personas que el supermercado cerró para impedir que más clientes entraran.
En las afueras muchos decían “saqueos, saqueos” y afortunadamente no pasó a mayores, pese a que los ánimos estaban caldeados y eran muchas las personas agrupadas en el lugar. Cómo si el cielo se hubiese confabulado para bajar las tensiones, cayó una lluvia que dispersó la concentración de personas.
Agresiones
También en la red de supermercados Santo Tomé, pero en su sede de Los Olivos, hubo una situación irregular en la cola. Desde muy temprano cientos de personas se agruparon entorno a la ventana que habilitan para vender rubros regulados como la leche. La cola iba bien y poco a poco iban vendiendo hasta que en horas de la tarde aparecieron unos funcionarios de la Policía del estado Bolívar (PEB).
María García testigo de los hechos explicó que estaban haciendo la cola sin contratiempos, había algunas tensiones porque no vendían con celeridad y de pronto llegaron los funcionarios. Fue allí cuando inició el problema.
Los uniformados discutieron con las personas, uno de ellos sacó un spray de pimienta, “le echó a una señora como de 70 años, la pobre salió cieguita de aquí y tuvieron que correr para levarla al módulo. A otra mujer embarazada una policía la amenazó con caerla a golpes, se quitó hasta el arma de reglamento para amenazarla”, comentó todavía consternada García.
Jenny Centeno, también hizo su fila con esperanza de comprar leche. Fue a las 5:00 de la mañana, partió al trabajo y regresó en la tarde sin poder comprar nada porque todo fue muy rápido y muchos quedaron sin el producto. “Dicen que no hay leche pero usted ve cómo salen los trabajadores con seis u ocho bolsas de leche. Para el pueblo no hay, para ellos sí”.
Otra dama reclamó que fue llamado el Instituto Nacional para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (Indepabis) y estos nunca llegaron. “Dónde están los funcionarios cuando sucede esto. Es un abuso desde todo punto de vista”, dijo Francia Núñez.
En la antigua Delicateses la Fuente de Alta Vista decenas de personas se quedaron esperando por pollo. Un grupo de ellas incluso fueron sacadas del local luego de que llegara el producto.
“Estábamos dentro y nos sacaron porque llegó el pollo. Cerraron la reja y vimos cómo a los empleados les dejaron comprar, y a pesar de que quedó pollo no lo quieren vender. No nos dejan pasar, el gerente no quiere y los trabajadores le hicieron saber que es injusto pero eso no importó”, expresó Jhoana Rodríguez.Adalys Rodríguez, otra clienta, estaba molesta porque deseaba comprar aceite, atún y otros productos a precios regulados que había en el sucursal estadal, pero tampoco le dejaban pasar y el lugar fue cerrado antes de las 4:00 de la tarde. Desde afuera los clientes enfurecidos gritaban todo tipo de frases exigiendo poder comprar.
Ausencia notable
El informe de Inflación Canasta Alimenticia que elabora el Centro de Investigaciones para la Educación, Productividad y la Vida (Ciepv) de la Universidad Católica Andrés Bello en la región detalló, en su última edición, que la escasez en octubre llegó a 35,67%, cuando en el mes anterior estaba en 30,73%.
Entre los productos más ausentes de los anaqueles están la leche, quesos y derivados con 69,05%. En el caso puntual de la leche en polvo ésta no se encontró en el 75% de los establecimientos. (Natalie García, Correo del Caroní, 27.11.13)