El artículo 55 de la Constitución nacional establece que “Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.”
La norma constitucional es clara, el Estado es quien tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad ciudadana. La realidad es contundente, 39 homicidios según cifras oficiales y 79 homicidios según cifras del Observatorio Venezolano de Violencia, por cada 100.000 habitantes para el año 2013, nos indican que el Estado no ha cumplido con su responsabilidad.
Sin seguridad ciudadana el ejercicio del resto de los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas se ve vulnerado. Para muestra de esto, no es necesario ir muy lejos, a diario la prensa lo reseña. El acceso al derecho a la Salud se ve comprometido ante titulares como este: “Apuñalan a médico dentro del hospital en intento de robo”, el derecho a la educación “Secuestran autobús y asaltan a estudiantes de la Universidad Santa María”, el derecho a la vida: “Asesinan a sujeto tras resistirse al robo en el Sambil de Margarita”, “Mataron a escolta de presidente de Misión Negra Hipólita” y”Descuartizaron a reo de Sabaneta en Tocuyito”.
Asimismo, las circunstancias del asesinato de la actriz Mónica Spear y su esposo conmocionó al país, quedar accidentado en las poco iluminadas carreteras de la geografía nacional resultó, ser una sentencia de muerte. Estos lamentables hechos recalcaron la realidad de un país que ve morir a su población día tras día, al desamparado de autoridad alguna.
A pesar de las muchas las políticas públicas que se han implementado para afrontar los crecientes índices delictivos, paradójicamente la criminalidad sigue en ascenso. Robos, lesiones y homicidios son la expresión de delitos que proliferan sin control ante el alto índice de impunidad del Estado.
Es necesario tomar medidas reales y concertadas, dialogar y buscar salida al círculo vicioso que nos rodea a todos.