¿Qué relación tienen “los papeles” con la convivencia pacífica y la democracia? Voy a demostrar que mucho.
Comencemos por la influencia que tiene “ciertos papeles” en la convivencia pacífica en el hogar. Sí, se trata del papel que usted y otros están pensando, y espero no ser acusada de estar banalizando un problema tan serio como el de la escasez de productos básicos.
¿Puede pensarse que al final del día unos padres responsables conserven el buen humor si llegan a la casa y no tienen papel sanitario? Piense usted en escenas cotidianas: alteración de agendas porque le dijeron que en los chinos de la otra cuadra vio gente saliendo con “tesoros” como papel sanitario y harina, tal vez tuvo suerte y llegó a tiempo para pedir su “ración” del ambicionado papel, pero luego tuvo que hacer una hora de cola para pagarlo; qué tal si no tuvo esa suerte y le salió comprarlo con sobre-precio:¡ 40 el paquete de cuatro! ¿qué salario mínimo aguanta esas compras de productos ahora de lujo?
¿Y qué me dice de la angustia de las madres que tiene niños pequeños y saben que no le están dando la dosis necesario a de leche, ¿quién va a pagar estas cuentas? ¿No considera que la ausencia de este “papel” está generando como mínimo mal humor en los hogares venezolanos? ¿Cómo le pide usted a una madre con tres o cuatro hijos que tenga paciencia, que sonría a los pequeños porque ellos no tienen la culpable lo que pasa?
No hablemos del papel de los cuadernos, eso también llena de angustia a las familias, fácil le puede costar un día de salario, si nuevamente tiene la suerte de encontrarlo. La inflación y la escasez hoy son factores estresantes para la mayoría de las familias. Todo el mundo requiere de tiempos de marea baja para recuperar fuerzas, para respirar con calma. Una marea siempre alta agota.
Pasemos ahora a otro papel indispensable para la paz ciudadana y para la democracia: el papel periódico. En la escuela sabemos que tener enseñar a los alumnos a expresar emociones, sentimientos y opiniones es una de las bases de la educación para la paz.
Sentimiento que no se expresa se vuelve resentimiento, y este daña, angustia, puede generar eventos violentos. No hay estrategia más sabia cuando hay un conflicto en un salón de clases o entre en personal que una reunión bien coordinada que permita que los actores hablen – y se escuchen – sin interrumpirlos, sin juicios previos.
Poner sobre la mesa lo que se piensa y lo que se siente, baja los ánimos alterados y permite luego encontrar soluciones. Pues también en la sociedad. En primer lugar, la libertad de expresión y el acceso a la información son elementos sustanciales de la democracia sana, además de ser considerados Derechos Humanos, mientras más información y más espacios para expresar libremente lo que se piensa existan, menos tensión habrá e incluso, mas posibilidad de encontrar salidas a los grandes problemas.
El periodismo impreso es necesario, llega a profundidades que no es tan fácil hacerlo en un noticiero radial o en un informativo en televisión. Las redes sociales no son suficientes. En los sectores populares, al contrario de lo que mucha gente cree, los periódicos son apreciados, son aliados para las denuncias de sus problemas y para los inicios de los signos de esperanzas ¡Cuánta buena experiencia no se ha replicado en los barrios porque leyeron que una comunidad tuvo éxito al enfrentar conflictos!
Una democracia sana necesita de periódicos, tanto de los que están a favor como de los que están en la oposición. Es más, un gobierno si es inteligente, y más aún si está invitando al diálogo para hacerle frente a esta guerra mata venezolanos a diario, le conviene saber qué informa, qué opina, qué propone los que no son de su color.
La paz ciudadana necesita de papel, no solo para El Correo del Caroní, ventana generosa para esta columna, sino para todos los periódicos que han reducido páginas o tiraje. A cualquier gobierno democrático le interesa tener páginas en la calle.