Grandes colas y anaqueles vacíos.
Desde el año pasado venimos registrando conflictos en diversos sectores, uno de ellos es el del sector alimentos. Este es uno de los grandes temas de fondo de la actual crisis que vive nuestro país. No es en vano que el gobierno venezolano ha intentado ocultar las cifras oficiales sobre el índice de escasez en los últimos meses. El año comenzó con una de las tasas más altas del mundo al ubicarse sobre 28% en enero.
Aunque el Banco Central de Venezuela (BCV) no emita sus cifras oficiales, las colas y los anaqueles de los supermercados y abastos nos revelan cómo está la situación. En nuestro país prácticamente no se consigue nada, y no son especulaciones o conclusiones resultantes de estudios académicos o de versiones periodísticas. Solo hay que ir a cualquier centro de expendio de alimentos, algo que cualquier persona puede confirmar. Las estadísticas oficiales se pueden ocultar, incluso podrían ser maquilladas, pero la realidad no.
La historia viene de antes
La escasez de alimentos, productos de higiene personal y medicinas viene en aumento desde el segundo semestre de 2013. En octubre pasado desde este mismo espacio alertábamos sobre el aumento de la violencia en las colas de los supermercados y también alertábamos de los saqueos en tiendas de alimentos o camiones de transporte.
Ante esta gran olla de presión, el gobierno sacó un as de la manga, que fue una efectiva válvula de escape: elDakazo. Las personas cambiaron las colas de los supermercados por las de las tiendas de electrodomésticos. Sin embargo, y como también señalamos en su momento, el problema de fondo se mantuvo intacto.
Devaluación y protestas
Las medidas cambiarias y sus efectos han pasado por debajo de la mesa, la gente está más pendiente, y con razón, de la cruel represión de las protestas, torturas a estudiantes y la persecución a dirigentes políticos opositores que del tema económico y de las consecuencias de la maxidevaluación.
El nuevo régimen cambiario implica una devaluación de al menos 400% del bolívar. Ya el aumento de precios en algunos productos se están llevando a cabo, pero industriales, importadores y comerciantes han dejado ver que aunque tienen autorización “de viva voz” del gobierno para hacer incrementos de precios, no lo harán hasta que salgan dichas autorizaciones en Gaceta.
Existe miedo ante las numerosas leyes que regulan sus sectores. Y el gobierno, que se luce a la hora de hacer decretos para bajar o regular precios y subir salarios, parece estar haciendo mutis ahora que hay que subirlos a consecuencia de la devaluación.
Vemos cómo, para tapar todo este desastre, que puede aumentar y convertirse en una crisis de enormes proporciones, generando lógicamente más conflictividad social, el gobierno cabalga sobre una agenda política y deja de lado los verdaderos problemas a los que hay que buscar soluciones reales.
Unidad de Acción Sindical y Gremial
Durante la semana pasada se dio un encuentro que no puede pasar inadvertido. Varias centrales sindicales, federaciones, gremios, sindicatos y organizaciones sociales de muy distinta procedencia y de diversas corrientes del pensamiento, acordaron unir esfuerzos en pro de los trabajadores que “padecen en carne propia el creciente deterioro de las condiciones de vida y de trabajo, cuestión que ya no puede ser ocultada con discursos y consignas” según dicen entre otras cosas, en un manifiesto que difundieron.
Forman parte de este novedoso esfuerzo: CTV, UNT, CGT, CODESA, APUCV, FAPUV, SNTP, FADESS, CNCA-ISP, PROVEA, ASI, MOSBASE, CCURA, FENAJUPV, PSI y el Comando Inbtergremial del Transporte.
Como punto de partida acordaron una serie de objetivos y se comprometieron a trabajar conjuntamente en la difusión y en el logro de los mismos.
6 puntos
– Aumento general de sueldos y salarios y fijación del salario mínimo, tomando como referencia el costo de la canasta alimentaria, como lo prevé la Constitución.
– Revisión anticipada de las cláusulas económicas de los convenios colectivos.
– Se decrete la amnistía para todos los luchadores sociales que están encarcelados, detenidos por las protestas y se dejen sin efecto los juicios abiertos contra dirigentes sindicales y populares por ejercer el mencionado derecho.
Respeto a los derechos humanos y laborales.
– Derogación de las normas anti sindicales del DLOTTT y de las leyes que criminalizan las protestas.
– Exigimos al Gobierno Nacional que instale de forma inmediata la Mesa de Diálogo Tripartita en cumplimiento con lo aprobado por el Consejo de Administración de la OIT el 27 de marzo.
@MarcoAPonce y @mlhccs