luisa pernaleteNo estoy en contra de las celebraciones de los “días de”. Me parece bien que nos obliguen a mirar a veces a las madres, a veces a los enfermos de alguna dolencia, a veces a un personaje como Mandela, por ejemplo, por eso, está bien que el “Día del Niño”, alcaldías y diversas organizaciones hagan cosas espaciales por los pequeños, pero, ¿al día siguiente qué? Voy a poner la lupa en cuatro situaciones que tienen que ver con derechos no garantizados.

Empecemos por algo vital: los niños y niñas de este país no están tomando leche. Venezuela está hipotecando una generación. De cero a 6 años es importantísimo que se tome leche diariamente. Agua de arroz le están dando muchas madres.

“No tengo leche”, me dijo la pequeña Victoria, ahijadita que vive en San Félix. “No consigo leche “, me dijo su mamá. “Es más fácil encontrar una caja de balas que un pote de leche”, comentó la señora Emilia, de la comunidad de Brisas del Sur, en San Félix. Creo que este problema no se está tomando con la seriedad que lo amerita.

Los pequeños no tienen culpa de las políticas económicas erradas, pero van a pagar la cuenta. Esos niños no van a rendir adecuadamente en la escuela. La Lopna contempla en su artículo 30 el derecho a la alimentación nutritiva y adecuada. Hay que enseriarse.

Sigamos con la asistencia hospitalaria. Lopna, artículo 41: Salud no es sólo ausencia de enfermedades, pero cuando se sufre de alguna, se requiere atención. No hay política de mantenimiento de los equipos, se deterioran y simplemente dejan de servir a los pacientes, no hay insumos, a veces ni una inyectadora.

Organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los niños y niñas llevan tiempo con una campaña a favor de la salvación del JM de los Ríos y no vemos que las autoridades comprendan la urgencia del problema hospitalario. Los niños no van a salir a protestar, pero ello no significa que no estén sufriendo. Hay que ponerse en el lugar de ellos y de sus familias.

En tercer lugar, el derecho a la recreación sana (Lopna artículos 63 y 64). Para los niños esto no es un juego, no es un lujo. La recreación para niños y adolescentes es parte de su desarrollo integral. ¿Pueden creer que hay estudiantes que salen de la primaria sin haberse montado jamás en un tobogán porque en su comunidad no hay un solo parque infantil? Otro día les cuento la razón de la inexistencia de espacios adecuados para recrearse.

Luego nos quejamos de los adolescentes metidos en bandas. Dos meses de vacaciones son dos meses de dolor de cabeza para muchas familias, y no sólo de comunidades populares.

No quiero terminar esta lista de urgencias sin mencionar que, según datos oficiales, el 33% de los niños y niñas entre 3 y 5 años están fuera de la Educación Inicial, y sume a eso que muchos deben salir a comunidades fuera de la suya, complicando la vida a sus padres y obligando a estos a pagar doble pasaje cada día.

Una directora de una escuela parroquial de Vista al sol -San Félix- me decía que en su plantel, que recibe a esos pequeños que no encontraron cupo en ninguna parte, más de la mitad del los que cursan primer grado no fueron al preescolar. ¡Grave! El Estado debe garantizar la cobertura de este nivel. ¿La Misión Vivienda contempla escuelas para sus urbanizaciones? La Lopna contempla, en su artículo 53, que los niños tienen derechos a recibir educación en escuelas cercanas a su residencia. ¡Cuánta tarea para las familias! ¡Buscar la leche y además, encontrar un cupo para sus hijos!

Nos bastan los castillos inflables y las palabras bonitas un domingo al año. Habrá que repetir hasta la saciedad que los niños son prioridad absoluta (Lopna artículo 7). La infancia pasa rápido, los niños de ahora, necesitan sus derechos garantizados ahora.

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