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Entre 2011 y 2014 el déficit habitacional en Anzoátegui se incrementó 25%, es decir, 40 mil unidades, de acuerdo con las cifras oficiales y de algunos gremios del sector privado.

Según el censo que realizó el Gobierno nacional en el estado, en el último trimestre de 2011, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv), la falta de casas era de 160 mil unidades.

Tres años después de ese registro, la directiva de la Cámara de la Construcción y la Cámara Inmobiliaria de la entidad coincidieron en que el déficit de unidades residenciales en Anzoátegui es de 200 mil en lo que va de 2014.

El presidente del gremio constructor en la región, Nelson Blanco, advirtió que esa cifra seguirá subiendo mientras el sector privado continúe “prácticamente paralizado” por falta de inversión, insumos y de apoyo oficial debido a la inestabilidad económica que hay en Venezuela.

“No sabemos cuántas viviendas está construyendo actualmente el Gobierno en el estado porque no tenemos reportes, y es muy poco lo que está ejecutando el sector privado por la situación que está atravesando el país. En Anzoátegui el déficit habitacional se ubica en 200 mil unidades”.

Apuntó que la carencia de casas es un problema de todos y no sólo del nivel central, regional, municipal o de las constructoras privadas. “Venezuela está en emergencia en esta materia. Todos tenemos que dar nuestro mejor esfuerzo para salir de esta situación”.

Para Blanco es necesario que el Gobierno le inyecte más recursos al sector a fin de generar confianza en el empresariado para promover la inversión y reactivar el aparato productivo. Dice que también hay que revisar algunas leyes que castigan severamente al gremio, además de combatir el alto índice inflacionario (39% de enero a agosto de 2014) y garantizar los materiales e insumos.

Señaló que el déficit no es sólo de viviendas, sino de todo tipo de inmuebles, incluyendo oficinas y locales comerciales.

De acuerdo con los reportes que tiene la Cámara de la Construcción en Anzoátegui, sólo están en ejecución algunos de los proyectos residenciales y empresariales que quedaron rezagados (por falta de materiales y recursos) de 2012 y 2013. El directivo acotó que son muy pocos los que han comenzado este año. No tiene cifras.

Difícil y caro 

Para Carla de Ríos y su esposo Luis José es imposible pagar Bs 5 mil al mes por el alquiler de un apartamento en un conjunto residencial que está ubicado en la avenida Jorge Rodríguez de Barcelona.

“Mi pareja es ingeniero y yo profesora, pero es demasiado cancelar eso por una vivienda de dos cuartos. Equivale a 80% de mi sueldo. Además hay que cubrir otros gastos del hogar y el condominio. Tampoco tenemos Bs 500 mil que es lo mínimo de inicial por una casa”. Dijo que un inmueble de 75 a 100 m2 cuesta hasta Bs 10 millones.

“Aquí nadie consigue viviendas nuevas ni para comprar ni para alquilar, y las pocas que hay son a precios muy elevados que no todos pueden pagar”.

Consecuencias 

Explicó que la crisis que experimenta el sector ha generado una pérdida importante de plazas laborales en la entidad, a pesar de que algunas contratistas siguen trabajando para la estatal petrolera, la Gmvv y otros entes oficiales.

José Ramón De Los Ríos, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria de Anzoátegui, coincide con Blanco en que los organismos públicos no informan sobre los proyectos habitacionales que están en desarrollo y que el sector privado tiene muchas obras paradas. 

Con respecto al déficit habitacional, señaló que en el estado es de unas 200 mil unidades, lo que equivale a poco más de 10% del total nacional. “Este alto porcentaje se debe al atractivo económico, laboral, empresarial, universitario y turístico que tiene la zona”.

En 2011, el Instituto Nacional de Estadística (INE) censó 472.605 casas en la entidad.

De Los Ríos manifestó que “aunque hay una buena demanda de adquisición de viviendas, oficinas y locales comerciales, la disponibilidad es muy baja, y las que se ofertan son muy costosas”.

Esta situación disparó la solicitud de inmuebles para arrendar, refirió.

“La demanda de alquiler es altísima en Anzoátegui, pero la oferta sigue siendo mínima… Este panorama comenzó a acentuarse cuando entró en vigencia (en noviembre de 2011) la Ley para la Regularización y Control del Arrendamiento de Viviendas”.

Mucho temor 

De Los Ríos cree que para recuperar el mercado no sólo es necesario promover y acelerar la construcción de soluciones habitacionales, sino también equilibrar la normativa de alquiler porque favorece sobremanera a los inquilinos, mientras que los propietarios están en riesgo de perder su inmueble. Dijo que por ello, muchas personas prefieren cerrar o vender sus bienes antes que arrendarlos.

“El alquiler tradicional en Venezuela ya no existe, porque los jóvenes graduados, casados o los que deciden independizarse no tienen opciones para alquilar una vivienda por uno o varios años hasta que puedan adquirir una, que también está difícil por los altos costos y la poca oferta”.

El vocero gremial manifestó que es necesario que la economía sea sólida para que los venezolanos no tengan tanta necesidad de proteger sus propiedades, al punto de cerrarlas o comercializarlas. “Mientras no haya una ley clara y equilibrada de arrendamiento y una economía estable, esto va a seguir ocurriendo”.

Jueves de viviendas 

El 25 de este mes el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, reportó que “hasta la fecha, 44.145 familias han recibido casas”, según una nota emitida por su despacho.

El mandatario también dijo que hay 14.250 viviendas en ejecución “para dignificar al pueblo con hogares de la patria”. Sin embargo, en el comunicado no se informa cuándo será culminadas ni tampoco en cuáles sectores se están construyendo.

Meta

34.473 unidades residenciales fue la meta de entrega que se planteó en el lapso 2011-2013 la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) en Anzoátegui, según cifras oficiales publicadas por El Tiempo el 28/12/2013. La nota incluye el balance que ofreció el gobernador Aristóbulo Istúriz, quien detalló que de las 17.189 casas que estimó edificar el sector público el año pasado en el estado, 13.215 (76,8%) aún se encontraban en construcción. Apuntó que “unos 5 mil inmuebles” fueron entregados en 2013. Las unidades residenciales que adjudica el Gobierno son hechas a través de la Gmvv, las secretarías estadales e institutos municipales de viviendas y entes comunales. (Diario El Tiempo, 29.09.2014)

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