Los pacientes del Instituto de Oncología y Hematología de la UCV ya registraron una fundación para ejercer presión y lograr que este centro retome su dinámica pues la aplicación de la quimioterapia está suspendida hace dos meses por la falta de condiciones en este espacio, que desde 1978 es una institución no solo de asistencia, sino de investigación y docencia.
El Ministerio de Salud asumió la recuperación del instituto el pasado 21 de julio, pero hasta la fecha los pacientes no han visto avances ni un cronograma de trabajo. «Solo se han realizado reuniones, pero las obras no han arrancado», dijo Rodolfo Baiz, paciente del instituto y miembro de la fundación.
El Oncológico de la UCV atendía diariamente entre 50 y 60 pacientes. Desde hace dos meses estas personas reciben quimioterapia en los hospitales Domingo Luciani de El Llanito y en el Luis Razetti de Cotiza.
«Es verdad que no estamos desatendidos pero queremos regresar al instituto. Allí nos aplicaban nuestra quimio en la mañana y antes del mediodía ya estábamos listos. En el Razetti llegamos a las 8 a.m. pero no sabemos a que hora vamos a salir. Tenemos que ir preparados con almuerzo y merienda. Yo he recibido allí seis quimioterapias y una vez salí a las 7 p.m., otras dos veces terminé a las 4 p.m. y otra a las 5. El proceso se retrasa por falta de personal, pues al mediodía hay solo dos enfermeras y otras dos en la tarde, y no se dan abasto», dice Yajaira Colón, paciente del instituto e integrante de la fundación. Agrega que hay mucha gente mayor y en sillas de ruedas y que el trato para esas personas «debería ser diferente».
Baiz coincide en los retrasos que sufren los pacientes y precisó el caso de Eskeliza Espinosa, proveniente de Barlovento, que llegó al Razetti a las 7 a.m. y salió a las 9 p.m. «Hay personas que han salido hasta a las 11 de la noche».
Los que han sido remitidos al hospital Domingo Luciani no se quejan del tiempo en espera. «Entré a las 10 a la sala y salí a la una sin novedad», comentó Pedro Castillo. Otro paciente, que pidió no ser identificado, destaca que El Llanito tiene un servicio de última tecnología con unas 40 camas o sillones pero apenas 4 o 5 enfermeras por lo que considera que debería haber más personal.
Baiz dijo que una de las primeras acciones de la fundación será solicitar una audiencia con la recién designada ministra de Salud, Nancy Pérez, para pedirle celeridad en la rehabilitación del instituto. Además de la reparación de los aires acondicionados (por la inoperatividad de los mismos se dejó de administrar la quimioterapia) un diagnóstico previo determinó que deben hacerse mejoras en las cavas, las instalaciones eléctricas, electromecánicas y sanitarias así como la ampliación de los salones.
Nelson Guédez, director del Instituto de Oncología, aunque dijo no poder dar detalles sobre la recuperación del centro, destacó que han sostenido reuniones con el Ministerio de Salud y «en todas los funcionarios del despacho han mostrado la disposición de resolver el problema del instituto».
Yajaira Colón, en nombre de los miembros de la fundación, recordó que los pacientes han manifestado su deseo de participar en las reuniones que se tengan con el ministerio pero hasta la fecha no han obtenido respuesta.
Nuramy Gutiérrez, directora Nacional de Oncología, dijo que correspondía al Ministerio de Salud designar el vocero autorizado para dar información sobre el instituto. Sin embargo agregó que se han sostenido reuniones con el Consejo de Preservación y Desarrollo de la UCV (Copred) pues aunque el objetivo es rescatar esos espacios los mismos no pueden ser intervenidos sin la respectiva supervisión. A solicitud de la dirección de prensa del Ministerio de Salud, El Universal envió un correo solicitando detalles sobre el cronograma de trabajo del oncológico, pero no se obtuvo respuesta. (Delia Meneses, El Universal, 02.10.2014)