El movimiento obrero empieza a reunificarse, con lentitud, para presionar la liberación de los tres sidoristas detenidos el 19 de septiembre. Este jueves se concentró un grupo frente al Palacio de Justicia de Ciudad Guayana para exigir la liberación plena de los trabajadores y anunciar la realización de una marcha, cuya fecha aún no ha sido definida.
Este es el tercer pronunciamiento esta semana para exigir la liberación de los sidoristas, que la próxima semana cumplen dos meses de detención.
Los trabajadores coinciden en que el arresto de los trabajadores por los supuestos delitos de asociación para delinquir y tráfico de armas traspasa las fronteras jurídicas y se ha convertido en un problema “político”.
El vocero de la corriente Fuerza Siderúrgica, Hermes Rodríguez, manifestó que al incumplir el lapso de 45 días para que la fiscal presentara la acusación, el sobreseimiento o archivara las actuaciones del caso, “los delitos quedan sin efecto”.
Solicitó a la jueza del Tribunal Primero de Control, Miguelina Maneiro, respetar el debido proceso e informó que este miércoles los abogados defensores volvieron a solicitar la libertad plena por vías formales. “La juez está obligada a dar libertad plena a los sidoristas”, agregó Rodríguez.
El trabajador de la Siderúrgica del Orinoco “Alfredo Maneiro” (Sidor) y miembro de la corriente Militante Siderúrgico, Dioneri Fuentes, destacó que los tres sidoristas fueron detenidos “para callarle la boca a los sidoristas y trabajadores de todo el país (…) Cuando estos trabajadores lo que reclamaban era nuestra contratación y respeto a la clase obrera”.
Fuentes pidió cesar el amedrentamiento; “nos estamos organizando desde la base, los trabajadores vamos a salir a defender a nuestros compañeros si legalmente no limpian ese expediente”. “No podemos dejar que nos sigan callando”, añadió.
Plan en marcha
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de CVG Alcasa (Sintralcasa), Henry Arias, anunció que están organizando una marcha para reclamar la liberación de los trabajadores detenidos. “Necesitaban tres conejillos de indias y les sembraron armas para mantenerlos detenidos (…) No tengan dudas de que éste es un problema político”.
Sostuvo que este tipo de mecanismos busca “sacar de juego” y silenciar a los trabajadores. (María Ramírez Cabello, Correo del Caroní, 14.11.2014)