El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, acusó a la periodista Mónica Villamizar Villegas de ser una espía norteamericana, durante su programa Con el Mazo Dando, del 14 de enero de 2015. Y se conoció que, horas después, la reportera salió del país en contra de su voluntad.

Cabello tomó la información enviada por un llamado “Patriota cooperante” que decía que la corresponsal de Al Jazeera se encontraba en Venezuela haciendo algo más que trabajos periodísticos. “Alerta, Diosdado, están ingresando desde la primera semana de enero a Venezuela periodistas vinculados a organismos de inteligencia norteamericanos y sus aliados”, leyó.

Además dio detalles de la identidad de esa periodista, así como de sus movimientos en Caracas

“Llegó a Venezuela el 8 de enero de 2015. Me cuentan que se encuentra muy activa en Plaza Altamira, Centro Plaza, Chacao y varios sectores de la ciudad de Caracas. Acompañada de varios periodistas y un camarógrafo de nacionalidad inglesa. Igualmente ha sostenido reuniones en Parque Cristal con varios opositores de la derecha venezolana”, dijo.

Cabello ordenó a los organismos de seguridad del Estado que investigaran si ella contaba con permiso para ejercer su profesión en Venezuela.

Por teléfono, este lunes 19 de enero Villamizar contestó a las acusaciones del parlamentario. “Niego categóricamente las acusaciones de Diosdado Cabello”. Aseguró que entró a Venezuela siguiendo absolutamente todas las reglas del Ministerio de Comunicación e Información. Fue revisada en el aeropuerto y siempre dijo a qué venía, a hacer periodismo.

Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público declaró que este es un caso que se suma “a la lógica de intimidación del gobierno venezolano”. 

El presidente de la Asamblea también vinculó a Villamizar, de doble nacionalidad (colombiana y estadounidense), con Álvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia, y con “la extrema derecha venezolana”.

Ella había hecho reportajes en Caracas sobre la escasez de productos y las colas que esta generan. Publicó una nota sobre la falta de repuestos en la industria automotriz y cómo esto afecta al transporte público.

Se conoció que la periodista salió del país en contra de su voluntad el viernes 16 de enero de 2015. Se presume que la cadena de noticias podría haber preferido evitar una situación como la que atraviesa con tres de sus periodistas sentenciados en Egipto. Sin embargo, aún no ha habido ningún pronunciamiento oficial del canal, aunque Runrun.es los llamó al enterarse de la salida impetuosa de la corresponsal.

#FreeAJStaff

El 23 de junio de 2014, tres periodistas de la cadena Al Jazeera fueron sentenciados por un juez en El Cairo, Egipto, a siete años en prisión, acusados de ayudar a los Hermanos Musulmanes y difundir supuestas noticias falsas de Egipto.

Los tres reporteros fueron detenidos a finales de diciembre de 2013 por ayudar a una organización terrorista al publicar mentiras que dañaron el interés nacional.

El máximo tribunal de Egipto determinó que el australiano Peter Greste, el canadiense egipcio Mohamed Fahmy y el productor egipcio Bajer Mohamed deberán permanecer en la cárcel -en la que se encuentran desde diciembre de 2013- hasta que se lleve a cabo una nueva audiencia dentro de tres semanas. Greste pidió ser deportado a su país.

Este caso desató una campaña mundial para liberar a los tres periodistas bajo la etiqueta #FreeAJStaff (Liberen al equipo de Al Jazeera).


Solidaridad

Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público declaró que este es un caso que se suma “a la lógica de intimidación del gobierno venezolano”. Recordó que la legislación venezolana no exige a los periodistas extranjeros tener una acreditación para trabajar. “No es nueva la incomodidad del Gobierno con las publicaciones de algunas agencias internacionales, pero parece que ahora les preocupa mucho. Es natural que los medios internacionales prefieran no arriesgar demasiado y sacan a sus periodistas ante una amenaza o acusación”, explicó.

María Engracia Chirinos, coordinadora de Instituto Prensa y Sociedad, condenó las acusaciones a Villamizar. “Es grave porque son señalamientos arbitrarios contra periodistas, en la voz de un alto funcionario. Y ello genera repercusión en el trabajo del reportero”. Hizo un llamado a no dar por ciertas estas acusaciones, “porque no tienen fundamento y no están basadas en ninguna prueba de la justicia venezolana”.

Aunque aún el caso de Villamizar no ha tenido demasiada resonancia, algunas personas le han enviado muestras de apoyo a través de su cuenta de Twitter @Monica_VV .

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