Durante esta semana, la comunidad cristiana celebra un acontecimiento importante de sus creencias. En nuestro país esta comunidad religiosa es mayoritaria. Por ello, la ocasión es propicia para reflexionar acerca de los valores y creencias de las minorías y el respeto que merecen en toda democracia.

Desde la perspectiva de los derechos humanos, este derecho está consagrado en una serie de Pactos que establecen claramente el derecho a la no discriminación.

Hay muchos motivos por los cuales las personas pueden ser discriminadas: por el color de su piel, por sus creencias religiosas, por su sexo, por su orientación sexual, por su edad, por su condición de sano o enfermo, por su condición socioeconómica, entre otras razones.

Hay grupos sociales que son especialmente discriminados en el goce de sus derechos y en los beneficios sociales. Entre estos grupos están los indígenas, los afrodescendientes, los homosexuales, los portadores de VIH, las personas pobres que viven en zonas populares, las mujeres, por mencionar algunos grupos.

Las formas de discriminación son muchas, también lo son las maneras de combatirla. Valga una reflexión para esta semana: si aceptamos que hay muchas maneras de ser, de vivir y de pensar, que no hay unas características humanas superiores a otras, podremos enriquecernos y entender que la diversidad es buena y necesaria a toda sociedad democrática.

Prensa Provea, 18.04.03

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