La vacuna Bacillus Calmette-Guérin, conocida por sus siglas como BCG, está escasa en el municipio Caroní. Es de las primeras vacunas que deben recibir los recién nacidos: es el antídoto contra la tuberculosis, y tiene tiempo que no llega al pediátrico Menca de Leoni.
Así atestiguaron varias madres que el lunes estuvieron en el área de vacunación del hospital, en donde solo aplicaban la dosis trivalente y contra la hepatitis C. Aplican la de fiebre amarilla y toxoide solo los jueves, siempre que haya. Pero BCG no hay.
El secretario general del Colegio de Médicos de Venezuela-Seccional Guayana, Hugo Lezama, quien también es pediatra, indicó a Correo del Caroní que de esta vacuna “no hay en todo el municipio. Nosotros hemos tratado de indagar por qué no hay, pero no sabemos”.
Según el pediatra, a finales de cada año, las vacunas en general tienden a escasear, “porque parece que el presupuesto (del Estado) no alcanza para comprar la suficiente cantidad de vacunas“.
Una enfermera del hospital de Guaiparo, en San Félix, comentó que la última vez que llegó la BCG a este pediátrico fue el miércoles 4 de noviembre, “y mandaron 40. Eso se acabó en dos días. Al módulo de Manoa enviaron 220, pero ya se están acabando”.
En los módulos
A principios de la semana pasada, en el módulo del Seguro Social en Los Olivos, no hubo cola para aplicar la BCG, que se inyectó solo ese día.
Lezama detalló que esta vacuna “es multidosis: trae 20 ampollas y hay que esperar que haya el suficiente número de pacientes para que se pueda destapar” el producto, por lo que siempre hay un día específico de vacunación.
Esta vacuna solo la maneja el Estado. Un bebé recién nacido “tiene que esperar que Sanidad traiga la vacuna, porque a nivel privado no las hemos podido traer”, reveló Lezama, quien especificó que se prevé que para enero de 2016, como siempre, haya de nuevo la vacuna.
Tanto la enfermera como Lezama coincidieron con que están escasas las vacunas BCG y la antigripal, con la nueva cepa de 2016. Esta última ni siquiera ha llegado al país.
Los números telefónicos disponibles en la página web del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), sobre los módulos de Caroní, no son correctos en algunos casos y en otros, no hay quien levante el auricular del otro lado.
Se intentó establecer un contacto telefónico, también, con el director del Instituto de Salud Pública (ISP) del estado Bolívar, José García, pero no hubo respuesta.
Laboratorios se van del país
La enfermera consultada en Guaiparo reveló que, “la información que nos dieron (al personal) es que la empresa que le surte vacunas a Sanidad se fue del país. Estamos trabajando con lo que nos queda en inventario” del resto de vacunas existentes.
Lezama no tiene información al respecto. Aclaró que siempre habrá empresas disponibles para surtir al Estado, sobre todo por convenios internacionales y garantías que ofrece el monitoreo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de ellas, el laboratorio Pfizer, que esta semana, a través de una nota de prensa, aseguró contar -gracias al Programa Ampliado de Inmunizaciones, en alianza con la OMS- con la vacuna Neumocócica, indicada en la inmunización activa para la prevención de la neumonía y de la otitis media aguda, causadas en lactantes y niños a partir de las seis semanas hasta los cinco años de edad.
Sin embargo, es alarmante la escasez de vacunas, por cuanto ponen a la población en riesgo de sucumbir ante enfermedades que están casi desaparecidas, como la tuberculosis.
Lezama alertó sobre esto y recordó que, mientras países latinoamericanos como Argentina y Uruguay han logrado erradicar la malaria de sus fronteras, en Venezuela se alcanzó la cifra récord de contagios en 2015, y el Ministerio de Salud suspendió la publicación del boletín epidemiológico desde finales del año pasado, tras el brote repentino de chikungunya.
El vocero del Colegio de Médicos destacó, además, que en Ciudad Guayana hay una epidemia de sarna y señaló la escasez de medicamentos para las enfermedades citadas como el agravante de la crisis que afecta al sector salud este año.
“Las casas de vacunas se están yendo del país, por el mismo problema de las divisas. Tenemos información del despido de gran parte del personal. Hay que exhortar al Gobierno a que sea garante de todas las vacunas, todo el año”, remató Lezama. (Correo del Caroní, Oriana Faoro)
