Con 160 personas dentro de un calabozo que tiene capacidad para 36, comenzó el Plan Cayapa en la Policía del Municipio Chacao, la mañana de este jueves. La medida fue tomada para descongestionar el recinto, que alcanza 300% de hacinamiento, de acuerdo con la denuncia del alcalde Ramón Muchacho, hace una semana.
La viceministra de Asuntos Penitenciarios, Marielys Valdés, visitó las celdas acompañada por el diputado Richard Blanco, presidente de la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciario de la Asamblea Nacional, y Muchacho.
“Vinimos aquí para revisar la situación jurídica y traslados de aquellos que deban ingresar al servicio penitenciario”, soltó Valdés, quien añadió que esta situación no los agarró por sorpresa porque tienen cuatro años recorriendo el país.
En la reunión se acordó que entre jueves y viernes trasladarían a centros penitenciarios a las 11 personas que ya fueron penadas. Posteriormente se encargarán de los tres reos enfermos (dos con problemas psiquiátricos y uno con VIH) y las nueves mujeres.
“Después continuaremos con la serie de procesados que no tienen motivos para estar aquí en los calabozos, y tienen mucho tiempo. Así es la prioridad”, explicó el alcalde.
En horas del mediodía comenzaron a pasar a los detenidos, en pequeños grupos, a un salón con varios funcionarios para verificar sus expedientes, en medio de un fuerte cordón de seguridad.
Celdas más grandes
Muchacho anunció que destinarán 52 millones de bolívares para ampliar el calabozo, este año, como parte de las soluciones en materia de seguridad que se plantearon durante el encuentro.
Recordó que la alcaldía asumirá el costo de varios kit, para que los traslados a las cárceles, aunque no es su competencia. “Ellos deben llegar a la cárcel con útiles de aseo personal, monos y camisas, etc. El año pasado ayudamos y costaban 30 mil, pero estamos dispuestos a asumir esos costos para que se descongestionen”.
Añadió que cuando hacen las requisas es necesario que participen todos los funcionarios, junto con la brigada canina, en vista de que hay reclusos de alta peligrosidad y se corre el riesgo de un motín, ya que la infraestructura no está diseñada para esa cantidad de personas.
“Polichacao realiza entre tres y cinco detenciones semanales, la policía está trabajando y no puede parar, por eso tuvimos que enrejar pasillos para poder tener detenidos y eso es absolutamente irregular”.
Yohana Parra, Crónica Uno