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Correo del Caroní

Ni una palabra del ministro para la Producción Agrícola y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, ni del gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, sobre la militarización y vejámenes en minas de Tumeremo durante su un encuentro con productores agrícolas del eje Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana y autoridades de la entidad en el lanzamiento del componente agrícola del proyecto Arco Minero del Orinoco.

El encuentro se celebró en las instalaciones del Centro Agrícola Pecuario «Ezequiel Zamora», administrado por la Gobernación de Bolívar, ubicado en el kilómetro 64 de la autopista Simón Bolívar.

Este centro cuenta con módulos para la producción de plántulas de hortalizas y frutales, así como un centro de investigación genética bovina y caprina y ofrece capacitación a pequeños campesinos que cultivan tierras en riberas del río Orinoco y zonas rurales periféricas de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar.

Castro Soteldo destacó la importancia de este Centro Agrícola como polo de investigación y capacitación para pequeños, medianos y grandes productores en materia de cultivo de hortalizas y frutales adaptados a los suelos y climas.

Rangel Gómez, presentó varios proyectos manejados por el Ejecutivo de la entidad para impulsar la producción agrícola en el sur del país, que se sumarán a otros lanzados por el Gobierno Nacional para convertir a los estados de la Faja Petrolífera del Orinoco y del Arco Minero del Orinoco en “potencias agrícolas que complemente la producción de materias primas y minerales”.

«Vamos a demostrar que no solo somos una potencia minera sino también podemos abastecer de alimentos al país», recalcó.

del estado Bolívar.

Tapando los desmanes

El lanzamiento del componente agrícola del Arco Minero se da a poco más de un mes de la Masacre de Tumeremo, donde 17 personas dedicadas a la minería ilegal fueron asesinadas por otro grupo parapolicial en un asalto por el control de una mina.

Desde entonces Rangel Gómez no solo ha dado la espalda a los habitantes de Tumeremo, al negar la masacre en un principio y desconocer el reclamo de los dolientes, sino que se negó a comparecer ante la Asamblea Nacional por la masacre, aludiendo excusas de “show mediático”.

Pero mientras Rangel Gómez y Castro Soteldo hablan de las potencialidades agrícolas del Arco Minero, los mineros de Tumeremo protestaron este mismo sábado por la militarización de varias de las minas, la destrucción de campamentos y confiscación de bienes de forma violenta por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. Exigían la respuesta del Gobierno para poner freno a una realidad que azota a los pobladores de la capital del municipio Sifontes, al sur del estado.

La Masacre de Tumeremo constituye una violación de derechos humanos, dada la abierta responsabilidad del Estado, por acción y omisiones deliberadas, de permitir la existencia y desarrollo de grupos parapoliciales que controlan la minería ilegal al sur del estado Bolívar. (Con información de AVN)

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