Los médicos del hospital Pediátrico Niño Jesús, de San Felipe, Yaracuy, salieron, pancartas en mano, a protestar en la calle. Contrario a las recientes manifestaciones protagonizadas por galenos, éstos no reclaman el pago de sueldos o la falta de insumos. Estos profesionales el exigen al gobernador Julio León Heredia la liberación de un residente del servicio de neonatología y que se limpie su reputación.
La tarde del viernes, 6 de mayo, el doctor Johan Gabriel Pinto salió de prisa del Niño Jesús, donde trabaja desde hace tres años. En su koala olvidó sacar algunos scalps, inyectadoras y tubos de ensayos. En la puerta del pediátrico, Pinto fue requisado por la seguridad interna del hospital; los vigilantes le hicieron un llamado de atención administrativo al médico, quien vació su koala y se fue a casa de su novia sin sus instrumentos de trabajo.
Horas después una comisión de la policía lo detuvo y fue trasladado hasta la comisaría de Patrulleros Urbanos de la ciudad, donde está recluido.
Para Carlos Zapa, médico intensivista y compañero de Pinto, el gobierno regional “quiere tapar la crisis de salud con la detención del colega. Es lamentable que ese gobierno se ensañe así con un médico que lo que hace es trabajar con recién nacidos. Todos los médicos cargamos en nuestros koalas o bolsos kits para atender emergencias, y así a la hora que falten inyectadoras no tengas que decirle al familiar que salga a comprarlo”, aseguró.
También calificó el procedimiento de “raro”, por la publicación de sus datos por Julio León Heredia, gobernador del estado. “No lo hacen con hampones ni con asesinos, pero sí con el colega”. También rechazan que Pinto haya sido esposado y tratado como un delincuente.
Efecto Cocuyo