Mucho se ha dicho de las misiones sociales. Desde su beneficio a grupos vulnerables, así como de la violación a derechos humanos que las ubican lejos del legado de justicia social, inclusión e igualdad.
El ajuste a algunos de los programas sociales -en la mayoría de los casos- no se ha hecho apegado bajo un enfoque de derechos y políticas públicas que den respuesta a la demanda de estos sectores. En la población de Caucagua en el estado Miranda, se encuentra la Ciudad Socialista Hugo Chávez, urbanismo construido en el año 2014 y que por ser una «Ciudad Socialista» debe poseer algunos otros servicios a la comunidad que se traduzcan en garantía de derechos: escuelas, centros de salud, canchas deportivas, entre otros.
En la entrega de viviendas en ese urbanismo, el 14 de agosto de 2014, el presidente Nicolás Maduro anunció: «La Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) llegó para llenar al pueblo de felicidad. No estamos entregando depósitos de seres humanos, estos tienen que ser hogares donde se cultive el amor». Lo que desconoce el mandatario o simula no conocer, es que esas viviendas se convirtieron en depósitos de seres humanos. No tienen acceso a centros de salud, servicios públicos, fuentes de empleo, niños no escolarizados y que están cansados de comer «ñame y sardina», como señaló una de sus habitantes.
La adjudicación de una vivienda debe pensarse en función de la garantía de derechos de las familias con necesidad habitacional y de su adecuación cultural. Pretender en estos momentos que las misiones sean un instrumento de paz y de que cada urbanismo tenga movimientos culturales como el teatro o la orquesta sinfónica -aunque es importante – resulta utópico, cuando sus habitantes no tienen con qué alimentarse ni de que subsistir.
Por ahora, el presidente plantea fortalecer los valores de la GMVV en el próximo Congreso de la Patria, para proponer mejoras y rescatar el «ideal bolivariano». Esperemos que más temprano que tarde, estos programas sociales respondan a la multiplicidad de necesidades e intereses de los ciudadanos, también sería interesante esperar que el mandatario se inscriba en el plan de vivienda para que muy pronto se mude a un urbanismo de la GMVV, tal como lo señaló el pasado 15 de abril.
Desirée González
Socióloga, Especialista en seguridad social – @desireegm