Los estudiantes denominaron la protesta “El Bandejazo” y se presentaron ante la sede ministerial con las tradicionales bandejas de aluminio utilizadas en el comedor de la UCV, con las cuales realizaron una singular cacerolazo, para llamar la atención de las autoridades.
Un grupo de estudiantes de la Universidad central de Venezuela, UCV, realizaron una protesta frente a la sede del ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, ubicado en la esquina de El Chorro, en el centro de Caracas, para exigir al ministro Jorge Arreaza, la entrega de los recursos necesarios para el funcionamiento del comedor, el cual se encuentra cerrado desde hace cinco meses.
Los estudiantes denominaron la protesta “El Bandejazo” y se presentaron ante la sede ministerial con las tradicionales bandejas de aluminio utilizadas en el comedor de la UCV, con las cuales realizaron una singular cacerolazo, para llamar la atención de las autoridades.
Octavio González, miembro principal del centro de estudiantes de la Escuela de Derecho de la UCV, señaló que desde hace 5 meses fue suspendido el servicio de comedor, situación que ha afectado a miles de estudiantes, muchos de los cuales pasan el día entero sin comer.
“En la UCV por lo menos unos 20 mil estudiantes provienen del interior del país, que se ven obligados a cancelar residencias y su presupuesto no les alcanza para poder comer en la calle, dependen de este servicio de comedor y al no tenerlo sencillamente pasan hambre todo el día, esta situación ha generado que se incremente los índices de deserción en nuestra casa de estudio, en todas las facultades”.
Indicó que además del cierre del comedor también protestan por la falta de recursos para la adquisición de repuestos para el transporte de los estudiantes, así como el incremento y pago de las becas a los alumnos.
Sairam Rivas, secretaria de Asuntos Internacionales de la federación de Centros Universitarios de la UCV, indicó que el comedor solo ha funcionado un mes durante este año 2016 “y la mayoría de las veces no prestaba el servicio ya que los alimentos no alcanzaban para todos los alumnos que requerían el servicio, que al final tenían que quedarse sin comer y volver a clases sin probar bocado, situación que también afecta el rendimiento académico del alumnado”-
Gabriela Dávila, es estudiante de Trabajo Social, en la UCV y con su bandeja en mano participaba en la protesta “muchos estudiantes tenemos clase doble turno, acostumbrábamos desayunar, almorzar y cenar en el comedor para atender a todas nuestras obligaciones estudiantiles y deportivas dentro de la universidad, hemos tenido que suspender algunas de estas actividades, ya que con hambre ni se pues estudiar y tampoco hacer deporte”.
Indicaron los estudiantes de la UCV, que se mantendrán en pie de lucha defendiendo su derecho al estudio y la alimentación.
El Estímulo
