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La población en general debe aplicarse, año tras año, la vacuna antigripal que la protege también de la influenza AH1N1. Estas vacunas se distribuyen en todo el continente cerca de septiembre de cada año, pero a nuestro país llegaron en diciembre.

El doctor Huníades Urbina, de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, explicó que su adquisición es responsabilidad del Ministerio de Salud y, por la poca cantidad que se compró y lo tarde que llegó, “no ha sido efectiva”.

“La cobertura vacunal ha desmejorado. Al privado casi no llegan y en los hospitales, que tendrían que tenerlo, tampoco hay. Ni a mí ni a otros pediatras que conozco nos llegó, y loslaboratorios te dicen ‘no tenemos porque no hemos podido importarla’”, dijo Urbina.

Aunque el panorama es opaco, los galenos consultados coinciden en que las campañas de vacunación de salud pública se han minimizado en comparación con los años anteriores. Y, según Urbina, en los centros de salud privados ya no se vacuna ni el 30-40% de lo que antes se vacunaba.

La importancia de aplicar esta vacuna es mayor en mujeres embarazadas, niños menores de 5 años, personas de 50 años de edad y mayores, con afecciones médicas crónicas o que vivan en asilos de ancianos y otros centros de cuidados a largo plazo.

El período de vigencia es de un año, es decir, para septiembre de este año debe renovarse, lo que hace que Alejandro Rísquez, pediatra y epidemiólogo, se cuestione cuántas vacunas se perderán guardadas en los depósitos del Ministerio.

“No se sabe motivo pero hubo retraso en la entrega, problemas en la adquisición”, dijo Rísquez corroborando la información proporcionada por Urbina.

La única gran campaña de vacunación este año en el país fue la Semana de Vacunación de las Américas, que se realizó entre el 24 y el 30 de abril y benefició, según cifras oficiales, a más de 4 millones de personas.

Sin embargo, ya en esa oportunidad, el Observatorio Venezolano de Salud publicó un comunicado diciendo que las cifras de vacunación era, cuando poco, sospechosas. En el documento, se explica que en la Memoria y Cuenta de 2014, el Ministerio asegura que la cobertura antipolio oral alcanzó 77% con 5 millones 102 mil 268 dosis suministradas en todo el país. Sin embargo, para 2015, el informe de gestión del Ministerio de Salud asegura que incrementaron a 91% de la población, pero se administraron 2 millones 789 mil 815 dosis.

“Es inconsistente decir que se incrementó el porcentaje de cobertura 77% a 91%, cuando se repartieron 2.098.007 menos dosis que el año anterior”, sostiene el documento.

Para la organización, la opacidad de las cifras es un problema de gran importancia porque no permite conocer si en verdad se llega a una cobertura óptima que, según la Organización Panamericana de Salud, debe ser mayor al 90%. “Si se quisiera evaluar el caso venezolano, no tendríamos elementos para definir las brechas entre las coberturas de vacunaciónexistentes y el porcentaje de cobertura considerado como óptimo”.

Efecto Cocuyo

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