ArnoldoGabaldón

La historia de la medicina venezolana tiene aspectos muy importantes y ejemplarizantes los cuales marcaron un hito a su vez en la evolución de la salud pública en nuestro país. Hace poco tuvimos la gran suerte y oportunidad de presenciar una extraordinaria conferencia dictada por la Dra. Mercedes López de Blanco, médico pediatra, a quien agradezco su anuencia y colaboración para escribir este artículo. Dicha conferencia la presentó en la Academia Nacional de Medicina (ANM) y fue titulada “Los Médicos del 36 y su visión de país “.La Dra. López mostró la vigencia del pensamiento de grandes médicos ilustres que iniciaron una histórica transformación en materia de salud en Venezuela a partir de 1936 y de paso sin recursos tecnológicos, por lo que nuestro país llegó a tener inclusive el reconocimiento internacional y sobre todo a nivel de Latinoamérica por los logros alcanzados en las políticas sanitarias y de saneamiento ambiental entre los años 36 a 50 del pasado siglo. Esta presentación transmitió a todas las personas asistentes una gran admiración hacia aquellos héroes civiles que nos dejaron un gran ejemplo a seguir el cual debe ser tomado en cuenta por todo el gremio médico, sobre todo, por nuestra generación medica de relevo y que debe ser del conocimiento de la sociedad venezolana por los cambios que han de venir.

Venezuela en la década de los años 30 era un país rural, pobre, con una población de más de tres millones de habitantes, con un gran atraso y en la cual predominaban enfermedades como diarreas, tuberculosis y malaria o paludismo, cada dos horas moría una persona por esta última enfermedad. Entonces surgieron ilustres médicos venezolanos con una gran formación y conocimiento científico y que tenían una visión de un país sano, que tuviera un crecimiento demográfico sostenido ya que un país enfermo no podía desarrollarse.

¿Quiénes fueron estos médicos héroes? José Ignacio Baldó fue el pionero de la lucha contra la tuberculosis, primer director del sanatorio antituberculoso Simón Bolívar y un gran visionario del sistema sanitario moderno y sus redes de atención médica. Su lucha contra la tuberculosis disminuyó notablemente la mortalidad por esta terrible enfermedad. Gustavo Machado y Pastor Oropeza, eminentes pediatras, el primero fue fundador del Consejo Venezolano del Niño y considerado el padre de la pediatría nacional, el segundo presidió la división materna infantil desde la creación del Ministerio de Sanidad en esa época. Lya Imber de Coronil, primera mujer graduada de médico en Venezuela en el año 36, médico pediatra y pilar fundamental de la puericultura o el control del niño sano en esta especialidad, esta heroína es la precursora y ejemplo como muchas otras de la gran importancia del papel de la mujer venezolana a través de la historia y en estos tiempos de crisis. Arnoldo Gabaldón, un gran medico epidemiólogo, fue el paladín de la lucha contra la malaria en Venezuela y durante su exitosa conducción de la división de malariologia inicia la campaña de erradicación de esta enfermedad, por ello nuestro país recibió el reconocimiento internacional por haber logrado disminuir de manera importante los casos de paludismo en una extensa zona del territorio nacional. No puedo dejar de mencionar a Guillermo Hernández Zozaya, fundador de la Sociedad Venezolana de Pediatría y de una gran calidad humana. Enrique Tejera Guevara, primer ministro de Sanidad y Asistencia Social en 1936 y experto en patología tropical, investigó al vector causante de la enfermedad de Chagas. Martín Vegas Sánchez, especialista en dermatología, pionero en la lucha contra la lepra y otras endemias tropicales. A manera de reflexión personal, estos insignes médicos venezolanos con un plan bien organizado y estructurado, con adecuadas políticas de salud y apoyo gubernamental lograron grandes avances en esa época. Tristemente estamos viviendo en la actualidad el atraso de nuestro país en materia de salud, quizás hasta esa Venezuela rural por culpa de gobernantes inescrupulosos y que han puesto al Ministerio de Salud en muchas manos y nada técnicas. No obstante con la modernidad del siglo XXI, con el adecuado talento que estoy segura existe y que de paso no se discrimine o politice se logrará superar esta grave crisis de salud cuando se produzca el cambio que tanto anhelamos los venezolanos. Que se siga el ejemplo de nuestros médicos héroes del 36.

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