A propósito del reinicio de actividades escolares y ante el alto porcentaje de desabastecimiento de los diferentes productos de la cesta básica alimentaria, el precandidato a la Gobernación de Mérida, Carlos Ramos Rivas, expresó su preocupación porque serán muchos los estudiantes que no podrán asistir a las aulas de clases, debido a que los padres y representantes no cuentan con los recursos necesarios para financiarle los estudios a sus hijos.
Ramos destacó que aunado al tema de la escasez de alimentos que impide que los estudiantes puedan llevar sus meriendas a las escuelas, también se interpone el alto costo de los uniformes, calzados, útiles y demás materiales necesarios que requieren los niños, niñas y adolescentes para el desarrollo de sus actividades, razón por la cual los padres y representantes deben retirar a sus representados de las nóminas de las escuelas para ingresarlos al campo laboral y poder subsistir en medio de los embates de la crisis venezolana.
“La falta de alimentos ha hecho que la deserción escolar aumente a nivel primario, secundario y universitario, gran parte de la población solo está comiendo dos veces al día y con suerte”, resaltó.
Permisos para trabajar
Carlos Ramos aseveró que en los consejos municipales de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes y demás registros parroquiales, se han incrementado las solicitudes para los permisos de trabajo a menores de edad. “Muchos jóvenes han dejado de estudiar para ponerse a trabajar y ayudar a sus padres a hacer colas para los alimentos, otros deben integrarse a la economía informal, igualmente laborar en el área agrícola”.
Lamentó que los jóvenes no se están capacitando en la formación básica y universitaria para un mejor futuro, por lo que para el precandidato a la Gobernación de Mérida, esta situación es responsabilidad del presidente Nicolás Maduro, “quien con un Decreto de Emergencia Económica -el cual ha prorrogado por varios meses- no ha solucionado nada; por el contrario, se ha agravado la crisis”.
SAE al 52 %
Carlos Ramos señaló que durante su último año de gestión como diputado, observó en que el Sistema de Alimentación Escolar (SAE), antiguo PAE, solo cubría el 52 % de la población estudiantil, mientras que en las escuelas de los niños y niñas especiales y con dificultades de aprendizaje atendían en 12 % de la totalidad, “en los mejores años llegaban al 18 %, siendo esta una población que oscila en un poco más de 4 millones”.
Jesús David Rivas.
Diario Los Andes