Un asesinato ocurrió la noche del martes dentro de las instalaciones del hospital Uyapar de Puerto Ordaz, cuando Misael Pacheco Farfán, de 24 años, fue acribillado de 32 disparos mientras era atendido en el área de cirugía de este centro asistencial.

Testigos relataron que cuando eran las diez y media de la noche, tres sujetos ingresaron al área de emergencia, y se acercaron hasta donde un galeno asistía a Pacheco Farfán, para de forma contundente decirle al médico, “doctor sálgase que nosotros vamos a terminar de curarlo”.

Acto seguido el trío hamponil efectuó más de 30 disparos contra la humanidad de su víctima, quien murió de inmediato.

Misael Pacheco Farfán recibió dos balazos a las 8 de la noche en el sector Las Casitas del Core 8, inmediatamente fue llevado a la clínica Unare, donde le brindaron los primeros auxilios hasta que sus familiares lo llevaron a bordo de un carro particular hacia el hospital Uyapar.

Una vez allí, los médicos de guardia comenzaron a atenderlo, y mientras lo hacían el joven les advirtió que probablemente vendrían hasta ese lugar para terminar de asesinarlo, como de hecho ocurrió menos de dos horas después.

El fallecido recibió impactos de bala en su rostro, tórax, cuello, cráneo, abdomen y brazos. El ensañamiento con el cual actuaron sus victimarios hace presumir a las autoridades que el crimen se debió a un ajuste de cuentas.

La madre de Pacheco, quien trabaja en el referido nosocomio presenció todo lo ocurrido, pues el muchacho fue ultimado frente a ella. Extraoficialmente se conoció que el hombre acribillado estaría relacionado con una peligrosa banda criminal que opera en la zona.

Al escucharse las detonaciones, la emergencia del hospital Uyapar se convirtió en un verdadero caos, donde heridos, enfermos, familiares y personal médico corrieron en todas las direcciones para buscar resguardarse de la acción criminal.

Afortunadamente la arremetida no ocasionó más víctimas ni heridos, pero sí un gran susto que en algunos casos empeoró la salud de pacientes con afecciones cardiacas que en ese momento se encontraban allí recluidos.

Cristian Castillo, jefe de residentes del mencionado centro de salud, explicó que los médicos siempre acuden a su trabajo con temor, pues en el Uyapar reina la inseguridad.

Acotó que hechos similares ya han ocurrido en otros hospitales y ambulatorios de estado, donde frecuentemente el personal es atracado dentro de las propias instalaciones.

Por tal razón, Castillo exigió a las autoridades que garanticen la seguridad necesaria al centro asistencial, para que situaciones como esta no se repitan. (Carlos Jesús Gómez, Noticias 24, http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/154121/)

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