Entre abril y mayo de 2010 el Ejecutivo Nacional suscribió dos nuevos convenios internacionales para la construcción de viviendas en el país. El primero, con la República de Brasil, y el segundo con la República de Bielorrusia. Pareciera existir por parte del gobierno nacional, preocupación por atender uno de los problemas sociales más neuràlgicos. Desde el 2005 se firmaron convenios además con Uruguay, Cuba, Irán y China mediante la cual distintas empresas construirían viviendas en Venezuela. Con China, por ejemplo, el convenio firmado en el año 2005 contemplaba la construcción de 20.000 viviendas. Uruguay por su parte aportaría viviendas prefabricadas para ser armadas en el país.

No existe información pública precisa que indique hasta dónde los países obligados cumplieron con los compromisos adquiridos. Lo que si es público y notorio, es que el gobierno tiene once años consecutivos sin cumplir las metas de vivienda. Como consecuencia el déficit habitacional se incrementa.

A inicios del 2007 las cifras oficiales indicaban que en Venezuela el déficit se calculaba  en 2.800.000 viviendas: un millón corresponde a nuevas familias, 800.000 a casas tipo “rancho” que deben ser sustituidos y otro millón a las casas ubicadas en laderas, zonas de vaguadas y de alto riesgo. Esto implica que alrededor de 13 millones de personas en el país no están disfrutando del derecho a una vivienda digna

La deuda social en el área de vivienda no ha contado con una gestión eficiente que de respuesta adecuada a la problemática existente. Las cifras son más que elocuentes: en el 2005 el gobierno prometió construir 120.000 viviendas y tan solo construyó 51.184.En 2006 prometió construir 100.000 y tan solo construyó 33.867. En 2007 prometió construir 110.000 y construyó 61.512. Al año siguiente prometió construir 80.000 y se construyeron apenas 20.852   Para el 2009 prometieron construir 107 viviendas y no se conoce la cantidad realmente construida; sin embargo, por lo antecedentes muy posiblemente esta meta no se haya cumplido.

Cuando se compara la cantidad de viviendas construidas en 10 años por el gobierno del Presidente Chávez con las viviendas construidas en cinco años por los gobiernos, de Caldera, Lusinchi y Carlos Andrés Pérez las cifras indican que en promedio de construcción anual cada uno de dichos gobiernos superó con creces al actual.

Son muchas las expectativas e ilusiones creadas por el presidente Chávez y sus colaboradores en materia de construcción de vivienda; sin embargo, como lo demuestran los datos oficiales no superan lo realizado por los gobiernos de la llamada Cuarta República. La deuda social con los más pobres no solo se mantiene sino que se agudiza y ojalá los convenios que se vienen suscribiendo de verdad permitan acelerar la marcha y garantizar que por primera vez el gobierno cumpla las metas prometidas. Son numerosas las familias esperanzadas en obtener vivienda digna y también muchas las frustraciones, razón por la cual se incrementa la protesta social exigiendo derecho a la vivienda.

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