Las medidas de estatización de empresas privadas han planteado en cierto modo un resurgir de las ideologías: 1) El capitalismo neoliberal  postula que el Estado no debe intervenir en la economía como un agente de la producción sino como simple regulador del mercadeo de bienes y servicios 2) La socialdemocracia  plantea la convivencia entre empresarios, trabajadores y Estado asignándole al Estado el control de las llamadas áreas estratégicas (como en nuestro caso el petróleo), a los empresarios el control de los medios de producción a través del derecho a la propiedad y a los trabajadores un menguado derecho de participación  en la dirección de las empresas y una participación por utilidades o dividendos para  los  que son tenedores de acciones de la empresa 3) El socialismo burocrático de Estado plantea la expropiación de los capitalistas, el control total de los medios de producción por parte del Estado en representación de los trabajadores sin control de éstos sobre la planificación y ejecución reales  de la producción y los servicios.

El primer modelo conduce a la llamada economía de libre mercado capitalista cuya fase superior es la concentración del capital en unos pocos monopolios u oligopolios trasnacionales dado que  el proceso productivo se cumple en varios países a fin de maximizar las ganancias. Es decir, conduce al capitalismo monopolista privado de las trasnacionales.

El segundo modelo conduce a las llamadas economías mixtas con regulaciones del Estado para el área privada y propiedad pública en áreas puntuales que por lo general implican grandes inversiones o desembolsos de capital. Es decir, conduce a una mixtura entre el capitalismo monopolista privado y el capitalismo monopolista de Estado,  en asociación simbiótica para subsistir ambos a expensas de los trabajadores privados y públicos.

El tercer modelo condujo a las llamadas economías planificadas del socialismo real que opera sobre la colectivización de la ciudad y el campo,  la erradicación de la propiedad privada y  la entronización de la llamada Nomenclatura ( capa dirigente de burócratas civiles o militares del Estado) que reproduce la dominación y explotación de los trabajadores  como ocurre en China o en Cuba donde  la clase trabajadora  carece de libertad sindical y de libertades políticas incluso de desplazamiento físico y uso de internet. Es decir, conduce al socialismo monopolista de Estado ahora asociado con las trasnacionales para modernizar la base tecnológica de los procesos industriales y de servicios.

Estos tres modelos han aparejado severos sufrimientos a la humanidad  y destrucción de los ecosistemas naturales desembocando en una crisis de civilización que pone en peligro la subsistencia misma del planeta.

Por Atilio Hernández
Publicado en conflictove.wordpress.com

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