984 kilos de carne y pollo se pudrieron en el Mercal, ubicado en el sector Las Amazonas de Puerto Ordaz, denunciaron los vecinos, quienes explicaron que la mercancía descompuesta fue sacada hace dos semanas pues además de los malos olores generados, estaba invadida de gusanos y moscas. La instalación de la red Mercal está cerrada desde hace tres meses, luego de que la institución decidiera iniciar una investigación por un robo. La coordinación regional ofreció realizar un operativo de venta con los alimentos que aún quedan en el lugar, pero los residentes se niegan pues aseguran que están contaminados.
«La pudrición era impresionante, habían gusanos de todos los tamaños y colores, fue horrible», dijo indignada una vecina, integrante de un consejo comunal, que por temor prefirió no identificarse.
Después de tres meses de cerradas las instalaciones del Mercal, residentes empezaron a sentir nauseabundos olores que emanaban del interior de la infraestructura. Vecinos de la comunidad denuncian que de manera clandestina, funcionarios de la red de alimentos intentaron sacar la mercancía podrida, pero el movimiento alertó a los habitantes del sector.
«Vinieron a retirar toda la mercancía podrida con mascarillas porque los olores eran insoportables. Después de eso, pasé tres días sin poder pararme de la cama», señaló Juan Ortega, residente de Las Amazonas, desde hace 10 años.
«Querían vendernos esa mercancía como si fuéramos zamuros», señaló una vecina.
Los residentes aseguran que se pudrieron 24 cajas de pollo y la misma cantidad de carne. Cada cesta de pollo contiene 18 kilos, mientras que los cajones de carne almacenan 23 kilos cada uno, con lo cual la mercancía en descomposición asciende a 984 kilogramos.
Esta unidad de Mercal fue cerrada hace tres meses, luego de un robo que paralizó las actividades de la comercializadora de alimentos.
Los vecinos señalaron que desconocían la existencia de la mercancía en el interior de las instalaciones, y criticaron que la coordinación regional no vendió oportunamente los productos para evitar su descomposición.
Sindicato admite daño
Juan Mendoza, secretario de Trabajo y Reclamo del Sindicato de Trabajadores de Mercal, admitió la pérdida de los alimentos y señaló que la Unidad de Control de Calidad es la que se encarga del manejo de los productos dañados para, posteriormente, quemarlos en Cambalache. «Es lamentable», expresó.
El dirigente sindical precisó que 384 familias pudieron haber sido beneficiadas con esta mercancía.
«Hubo un daño lamentable de pollo y carne y como representantes de los trabajadores criticamos ese manejo burocrático, aquí existen caciques en contra de la seguridad alimentaria», dijo.
Mendoza apuntó que en abril de 2009 se dañaron en el centro de acopio de Mercal más de 1.800 kilos de pollo por no ser distribuidos a tiempo. Desde ese momento, no había ocurrido una situación similar.
En relación a lo extenso de la investigación tras el robo de las instalaciones, señaló que en el centro de alimentos «aplican un castigo a la comunidad por dejar robar a la sede, eso no tiene explicación».
Reactivación
El viernes de la semana pasada, vecinos de Las Amazonas se reunieron con representantes de Mercal, quienes se comprometieron a reactivar las operaciones este lunes, hecho que no ocurrió.
No obstante, dos camiones con 23 toneladas de víveres, marca CASA, salieron del centro de acopio, ubicado en la zona industrial Los Pinos, para abastecer la unidad. La ausencia de los trabajadores hizo que los choferes se regresaran al área de despacho.
«La coordinación regional de Mercal tenía que informarle a los trabajadores para organizar y abrir las instalaciones, pero eso no ocurrió», indicó Mendoza.
Los vecinos del sector indican que la coordinación de la red estatal de alimentos propuso a la comunidad realizar un operativo de venta de los productos que aún se encuentran dentro del Mercal, desde hace tres meses, «pero nos negamos porque eso debe estar contaminado», dijo una residente de Las Amazonas.
«Los pisos de las cavas están contaminados y lo peor es que los gerentes sabían que allí había carne y pollo y no dijeron nada, deben traer a Sanidad», dijo otra mujer, que prefirió el anonimato.
Los residentes que se acercaron a la comercializadora de alimentos a explicar la situación dijeron que cuando la unidad fue cerrada fueron desconectadas las cavas. De allí, la descomposición de las proteínas.
La situación ocurre un par de semanas después de que fueron hallados en Puerto Cabello más de 70 mil toneladas de alimentos en estado de descomposición, importados por Pdval en el 2009 y no distribuidos oportunamente.
Daniel Miranda, trabajador de la unidad, indicó que a pesar del cierre técnico le han cancelado sus salarios oportunamente. Se espera que hoy sean abiertas las puertas de las instalaciones de este Mercal, que surte a Las Amazonas.
Vidrios rotos
La cerca de ciclón que protege al Mercal de Las Amazonas está prácticamente en el suelo y, desde el exterior, se observa que uno de los vidrios de la sede está roto. Los vecinos atribuyen la fractura a los gases generados por la descomposición de la carne.
El experto ambiental Luis Guzmán, explicó que el proceso de descomposición de la materia orgánica genera un sustrato favorable para la aparición de microorganismos. La fermentación, precisó, podría generar dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) e, incluso, sulfuro de hidrógeno (H2S), un gas tóxico cuyo olor es similar al de los huevos podridos.
Esta atmosfera enrarecida y peligroso podría haber contaminado el resto de los alimentos que se encuentran en el interior de las instalaciones del Mercal de Las Amazonas. (Maria Ramírez Cabello, Correo del Caroní, http://www.correodelcaroni.com/content/view/155649/149)